El pescado es un alimento nutritivo, sabroso y muy beneficioso para nuestra salud. Es rico en proteínas, es una fuente muy valiosa de Omega 3 y además, tienen un contenido muy bajo en grasas convirtiéndose así en un producto idóneo en cualquier dieta.
Los expertos recomiendan consumir de 2 a 3 raciones de pescado a la semana para llevar un estilo de vida saludable. Así mismo, es aconsejable combinar el consumo de pescado blanco y azul y cocinarlo con el menor número de grasas posibles. ¿Cómo? Hoy, desde Osumar, como expertos en pescado fresco y congelado, os desvelamos 5 formas de cocinar el pescado de forma saludable y las ventajas de cada una de ellas.
Al vapor
Consiste en: aprovechar el vapor que desprende el agua en ebullición para cocinar los alimentos. Éstos se someten a una temperatura entre 95º y 100º C, es decir, menor a los 110º C, que es la cifra a partir de la cual los nutrientes de los alimentos comienzan un proceso de degradación.
Ventajas:
– No requiere ningún tipo de grasa añadida (como aceites)
– Se conserva el sabor del pescado así como todos sus nutrientes.
– El pescado no se seca, no se pega y es prácticamente imposible que se pegue.
– Favorece la digestión.
– En vaporeras, se pueden cocinar diferentes alimentos a la vez sin que se mezclen los sabores.
– Método muy sencillo y rápido.
Al horno
Consiste en: introducir los alimentos en el horno y cocinarlos a la temperatura deseada.
Ventajas:
– No es necesario usar aceite o mantequilla y por tanto, se elimina la parte grasa de estos componentes.
– Técnica muy útil para cocinar pescados de grandes dimensiones.
– Causa menos pérdida de ácidos grasos Omega 3 que otros cocinados (por ejemplo, la fritura)
– Retiene el contenido de vitamina D de los pescados.
– Método muy cómodo: se evitan los olores en la cocina.
En papillote
Consiste en: envolver el pescado en papel de aluminio o papel sulfurizado para que la pieza o piezas de pescado se cuezan en su propio jugo. Cuando el paquete se hincha, es señal de que el pescado está listo para servir.
Ventajas:
– Se conservan todos los nutrientes.
– Método idóneo para dietas: los alimentos se cuecen con sus propias grasas y éstas se eliminan por si solas durante la cocción.
– El “paquete” actúa de segunda cámara y permite el aprovechamiento del sabor, perfume y nutrientes del pescado.
– El pescado adquiere una textura sabrosa y tierna.
– Técnica sencilla y rápida (no es necesario mucho tiempo de cocción)
A la plancha
Consiste en: poner el pescado sobre una plancha o placa de metal que va directamente sobre el fuego.
Ventajas:
– No es necesario poner aceite y gracias a eso es posible cocinar el pescado sin ningún tipo de grasa añadida.
– El pescado toma un sabor especial: como si hubiera sido cocinado a la parrilla (pero sin carbón y sin estar socarrado)
– Es posible cocinar el pescado junto a su acompañamiento (por ejemplo verduras) en la misma parrilla.
– Técnica fácil, rápida y muy limpia.
Si algo queda claro es que estas 4 diferentes formas de cocinar el pescado beneficiosas para nuestra salud ya que es posible conservar los nutrientes del pescado sin necesidad de añadir grasas. Sea cual sea tu técnica preferida, intenta combinarla con muchas otras para así poder disfrutar del consumo de pescado de forma diferente y para poder descubrir nuevas texturas y sabores.