El mercurio es un metal pesado presente en el medio ambiente, que puede encontrarse en los alimentos. Su forma más común, el metilmercurio afecta al sistema nervioso en desarrollo, perjudicando además a la función locomotora y auditiva. De ahí que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomiende que los menores de 10 años y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, eviten el consumo de hasta 4 especies de pescado por su alto contenido en mercurio.
Comer pescado es seguro y recomendable. No obstante algunas especies pueden llevar un contenido en mercurio elevado para cierta parte de la población.
El mercurio es un metal pesado libre en el medio ambiente, que puede encontrarse en los alimentos. Está presente en aguas de mares y ríos por lo que llega a concentrarse, en proporción variable, en los pescados. Y de ahí al organismo humano.
¿Por qué supone un riesgo para la salud el mercurio? Su forma más común en la cadena alimentaria es el metilmercurio, la más tóxica de este metal y de mayor preocupación desde el punto de vista sanitario. Este se absorbe en el cuerpo de forma más rápida y efectiva que el mercurio inorgánico, pudiendo atravesar fácilmente la placenta o transmitirse en la leche materna.
El metilmercurio afecta al sistema nervioso central en desarrollo, de ahí que el feto y los niños más pequeños sean los más sensibles a este metal. También parece tener efectos sobre la ganancia de peso corporal, la función locomotora y auditiva.
Las mujeres embarazadas y durante la etapa de lactancia, así como los niños pequeños, constituyen la población más sensible al mercurio.
¿Qué pescado no deben comer los niños menores de 10 años ni embarazadas?
Para evitar riesgos sobre las personas más vulnerables, desde 2019 la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición cuenta con unas recomendaciones más estrictas sobre el consumo de pescados con altos niveles de mercurio.
La cantidad de mercurio en los peces está relacionada con su alimentación, y su papel en la cadena trófica. Por ello son los depredadores, de gran tamaño y más longevos tienen concentraciones más elevadas.
Siguiendo con esto, las pautas establecidas por el organismo sanitario indican que los menores de 10 años, mujeres embarazadas, o que estén planificando estarlo, o en periodo de lactancia deben evitar comer: pez espada o Emperador, Atún rojo (Thunnus thynnus),Tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y Lucio, las especies con alto contenido en mercurio.
Asimismo, recomiendan que los niños de entre 10 y 14 años limiten el consumo de estos pescados a menos de 120 gramos al mes.
Los menores de 10 años y embarazadas pueden optar por las especies que menos mercurio contienen. Boquerón, Bacalao,Caballa, Lenguado europeo, Lubina, Mejillón,Merluza, Salmón del Pacífico, Sardina o Trucha son algunas de las muchas disponibles en el mercado.
Este alimento conlleva efectos beneficiosos para la salud, ya que es buena fuente de proteínas y nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D. Además ofrece grasas saludables ricas en omega-3. Razón para no eliminarlo por completo de la dieta.
Además, la legislación alimentaria europea impone límites máximos de mercurio que son de obligado cumplimiento. Lo que garantiza una ingesta segura de este alimento.
Para la población en general se aconseja el consumo de hasta 3 – 4 raciones de pescado por semana, procurando en todos los casos variar las especies entre pescados blancos y azules.