Un nuevo plan de Biden y su administración está hostigando a los creyentes y hacedores de la fe, debido a que estaría obligando a las instituciones cristianas a respetar reglas a favor de los LGBT para poder recibir recursos financieros.
El proyecto de ley “Reconstruir mejor”, se basa en reducir los gastos de cuidados infantiles para los niños pequeños casi hasta más de la mitad de lo previsto ofreciendo así educación gratuita para los menores en edades de 3 y 4 años.
Y todo iba bien hasta que dentro del plan se destaca que este proyecto de ley sería aplicado en las escuelas e instituciones preescolares siempre y cuando las leyes federales de no discriminación relacionadas con la identidad de género y orientación sexual sean cumplidas por éstas.
Es entonces cuando las instituciones cristianas que apoyan la visión bíblica del matrimonio y las parejas se verán seriamente afectadas por no apoyar políticas LGBT, y de ser así, serían obligados a cumplirlas para poder participar del recurso dado por la administración.
Dicha situación podría representar un serio problema para los padres y familias, debido a que una reciente encuesta reveló que más de los 50% de instituciones preescolares y de cuidados infantiles preferidas por los padres son las que están alineadas a la fe cristiana.
No solo las instituciones cristianas han expresado su preocupación por esta nueva decisión del presidente y la educación, otros centros de creencias judías y católicas han manifestado su inquietud con respecto al tema.
“Esto, dijo pone en peligro la libertad de los padres de enviar a sus hijos a programas de cuidado infantil que se alineen con sus creencias religiosas», dijo Zach Pruitt de Alliance Defending Freedom en un comunicado.
Distintas organizaciones religiosas afirmaron para el New York Times que ésta decisión hace que las instituciones se vean “obligadas a elegir entre participar en la iniciativa de cuidado infantil y continuar enseñando contenido religioso, convocar programas para niños o niñas, o dar preferencias en la contratación o admisiones a personas de su religión”.
De aprobarse completamente este proyecto de ley “las instituciones religiosas no podrían operar”, dijo Albert Mohler, presidente del Seminario Teólogico Bautista del Sur, quien alega que las creencias propias de quienes trabajan para ello no podrán ser consistentes si se impone tal legislación.El ataque constante de parte de la administración Biden hacia la fe se ha incrementado con fuerza debido al crecimiento del cristianismo en la población, es por ello que para ir contrario a lo que Dios desea éste da protagonismo a sectores como la comunidad LGBT o la militancia pro aborto.