Los extranjeros que residen en la ciudad de Nueva York obtendrían el derecho de votar en las elecciones municipales en virtud de una iniciativa que el Consejo de la Ciudad aprobó el jueves. Unos 800.000 poseedores de permisos de residencia y los llamados “dreamers” podrían sufragar.
El alcalde Bill de Blasio aún podría vetar la iniciativa antes de que se vuelva ley, pero el demócrata ha dicho que no lo hará. Se desconoce si la iniciativa podría enfrentar muchas impugnaciones legales.
La votación del Consejo fue un momento histórico para una labor que se ha prolongado desde hace mucho tiempo.
El concejal Francisco Moya, cuya familia proviene de Ecuador, habló con voz entrecortada en favor de la iniciativa.
“Esto es por mi hermosa madre que podrá votar por su hijo”, dijo Moya, quien se unió a la sesión por videoconferencia, acompañado de su madre inmigrante.
Más de una decena de comunidades en todo Estados Unidos ya permiten que los extranjeros emitan su voto en las elecciones locales, incluso 11 poblaciones en Maryland y dos en Vermont, pero la ciudad de Nueva York sería, por mucho, el lugar más grande que otorgue derecho de voto a los extranjeros.
Los extranjeros residentes no podrán votar para presidente ni miembros del Congreso en las contiendas federales, ni en los comicios estatales para gobernador, jueces y legisladores.
La iniciativa de la ciudad podría exacerbar el debate nacional sobre el derecho de voto, en especial entre aquellos que aseguran falsamente que los extranjeros participaron en un descarado fraude electoral en los comicios federales.
El año pasado, Alabama, Colorado y Florida implementaron reglas para evitar cualquier intento de aprobar leyes como la de la ciudad de Nueva York. Arizona y Dakota del Norte ya cuentan con prohibiciones similares.
“La iniciativa de hoy tendrá repercusiones nacionales”, dijo la líder de la mayoría en el Consejo, Laurie Cumbo, una demócrata que se opuso a la iniciativa. Expresó su preocupación de que el proyecto pueda disminuir la influencia de los votantes de raza negra.
Los extranjeros con documentación legal y en edad de votar representan casi uno de cada nueve de los 7 millones de habitantes en edad para votar en la ciudad. La iniciativa permitiría que los extranjeros que han sido residentes permanentes legales en la ciudad durante al menos 30 días, así como aquellos con permiso para trabajar en Estados Unidos, incluidos los “dreamers”, participen en la elección para alcalde, concejales presidentes de barrio, contralor y la defensoría pública.
“Para nadie es secreto que hoy estamos haciendo historia. En 50 años, cuando nuestros hijos estudien este momento, verán una diversa coalición de activistas que se unieron para escribir un nuevo capítulo en la historia de la ciudad de Nueva York al darles a los neoyorquinos inmigrantes el poder del voto”, dijo el concejal Ydanis Rodríguez, uno de los principales promotores de la iniciativa, en un comunicado emitido tras la votación del jueves.
La ley instruirá a la Junta Electoral para que elabore un plan de implementación antes de julio, que incluya reglas para el registro de votantes y disposiciones que crearían boletas por separado para las contiendas municipales a fin de evitar que los extranjeros voten en las elecciones federales y estatales. Los extranjeros no podrían votar hasta las elecciones de 2023.
Incluso si de Blasio decidiera vetar la iniciativa, hay apoyo suficiente para evadir la decisión del gobernador. Si el titular del gobierno de la ciudad decidiera no intervenir al respecto, la iniciativa también se convertiría en ley. El próximo alcalde, Eric Adams, se ha expresado en favor del proyecto de ley.
El concejal Joseph Borelli, líder republicano, dijo que es posible que haya impugnaciones legales. Los opositores afirman que el concejo carece de autoridad propia para otorgar derechos de voto a los extranjeros y que primero debieron buscar la intervención de los legisladores estatales.