El hecho de que alguien pueda vivir más allá de los 100 años se convierte en toda una hazaña, y precisamente es la historia de un hombre de 105 años que reveló que es gracias a Dios que ha llegado tan lejos en todo este tiempo.
Con profunda experiencia sobre la agricultura y la salud, Earl Mallinger tiene 105 años y se ha convertido en un experto en como aconsejar a otros para que al igual que él puedan tener la fortaleza suficiente a una edad tan avanzada como la suya.
Una vida larga y fructífera según Earl consiste en una serie de pasos que comienzan con el ejercicio constante y el dinamismo del cuerpo para mantenerse en forma, ya que “cuando dejas de moverte, todo baja rápidamente”.
«Sigue moviéndote, una vez que, una vez que dejas de moverte, vas cuesta abajo bastante rápido», expresó Earl, quien antes era agricultor de remolacha de la compañía Crystal Sugar.
Asimismo dice que parte de su dinamismo y condición física se debe a que vive en una región muy natural y llena de espacios verdes que le permiten respirar aire fresco, salir a caminar y ejercitarse, los cuales serían los 1.000 acres de su casa en Minnesota.
En el lugar, contó a Inforum que le gusta ver lo que Dios ha hecho con el terreno que tiene y como las pequeñas semillas que un día plantó se han convertido en una maravilla absoluta gracias a la mano del Señor y la fe puesta en Él.
«Me gusta el aire fresco por un lado, y me gusta ver crecer los cultivos y ver lo que Dios ha hecho. Un tipo tiene que tener mucha fe cuando tienes una pequeña semilla y obtienes una cosecha como esta», expresó.
Actualmente el señor Earl no se encarga de los trabajos del campo porque ya tiene un personal para eso, sin embargo es quien está detrás de cada decisión que toma en beneficio de todo lo que se produce; aun así su consejo más valioso para aquellos que quieren tener un negocio como él no pudo ser mejor que el siguiente:
«Si no heredó tierras de sus padres, comience poco a poco. Trabaja duro y no gastes demasiado dinero y tendrás éxito», dijo.
«Recuerda que Dios tiene el control. Tienes que tenerlo contigo. Además, no olvides detenerte y oler las rosas. No trabajé mucho los domingos y todavía me ganaba bien la vida», finalizó.El secreto, ya no tan secreto, de una vida quizá muy larga o dentro de los años estimados por el Señor pero siendo plena en toda la extensión de la palabra es tener a Cristo en el corazón y caminar en la fe, sabiendo que con Dios podemos alcanzar la plenitud de la vida que por gracia nos ha dado.