Su función principal es filtrar los desechos de la sangre y eliminarlos del cuerpo a través de orina, aunque también se encargar de balancear los fluidos y los niveles de los electrolitos. Enfermedades como la diabetes y la hipertensión pueden dañarlos seriamente.
Sin embargo, según reseña el sitio web Medical News Today asegura que una dieta apropiada puede ayudar a estos órganos a trabajar como es debido y prevenir futuros daños.
Algunos alimentos reseñados por esta ciberpágina que debes agregar a tu alimentación para ayudarlos son:
Agua: El agua es la bebida más importante para el cuerpo porque las células la utilizan para transportan las toxinas hacia el flujo sanguíneo. Los riñones usan el agua para filtrar las toxinas fuera del cuerpo y por esto generan orina. Solo con beber agua cada vez que sienta la necesidad, ya estará proveyendo mejores condiciones para sus órganos.
Pescado: El salmón, atún y otros pescados son altos en ácidos omega-3, buenos para la alimentación en general y que el cuerpo no produce. Estos reducen los niveles de grasas en la sangre y la presión sanguínea levemente de acuerdo a la National Kidney Foundation.
Batata: La batata o papa dulce son parecidas a las papas comunes pero con una mayor cantidad de fibra ayuda a mantener los niveles de insulina. Es fuente de vitaminas y minerales como el potasio, que contrarresta los niveles de sodio en el cuerpo y protege a los riñones de sus efectos.
Vegetales de hojas verde oscuro: Espinacas, col rizada y acelgas son parte de ese grupo de vegetales de hojas verde oscuro con una amplia variedad de vitaminas, fibras, minerales y antioxidantes.
Al igual que la batata, son altas en potasio por lo que no son recomendables para personas con IRC.
Manzanas: La manzana es una fruta que contiene pectina, una fibra muy importante porque reduce los niveles de azúcar en sangre y de colesterol, ambos factores que maltratan los riñones. Incluirlas como aperitivos dulces es una buena opción.