Las diferentes actividades que pueden realizar las personas y entre ellas el trabajo resulta ser beneficioso para la salud mental. Sin embargo, un entorno laboral desfavorable puede causar problemas físicos y psíquicos.
Existen muchos factores del entorno laboral como la intimidación y el acoso que pueden tener considerables efectos negativos en la salud mental. En la mayor parte de los casos, los riesgos que conllevan se deben a una interacción inadecuada entre el tipo de trabajo, el entorno organizativo y directivo, las aptitudes y competencias del personal y las facilidades que se ofrecen para realizar su trabajo.
Todo trabajador en algún momento puede experimentar en mayor o menor grado situaciones estresantes. En función del nivel de éxito del afrontamiento de esa situación y control del estrés, se producen unos u otros resultados para la persona y, la mayor o menor duración de esos resultados pueden tener efectos y consecuencias más significativas y duraderas para la persona. Que además pueden estar moduladas una serie de variables ambientales y personales. De este modo, la experiencia de estrés de una persona en un contexto en el que hay un buen nivel de apoyo social tiene resultados menos negativos que los que produce si el apoyo social es nulo o escaso.
De esas experiencias estresantes que no se han podido afrontar eficazmente tendremos resultados de carácter psicológico y somático. Entre los primeros cabe mencionar el burnout o desgaste psíquico, la depresión, la ansiedad, el malestar psicológico, el deterioro de la autoestima, la tensión emocional o la falta de compromiso con el trabajo y entre los segundos, la sudoración en las manos, dolores en las articulaciones, problemas de insomnio, alteraciones gastrointestinales o de la presión arterial, etcétera, con implicaciones más o menos graves sobre su salud.
Por lo tanto, el estrés laboral no es un tema que debe tomarse a la ligera. De hecho, la productividad de las empresas a nivel mundial se ve afectada por patologías relacionadas con el estrés laboral, siendo la causante del más de 50 por ciento de los días de trabajo perdidos según los estudios realizados.
El estrés laboral como factor de riesgo de suicidio
Se debe tomar en cuenta que todas las formas de estrés laboral implican un riesgo de suicidio. El burnout o síndrome de agotamiento profesional se manifiesta por agotamiento emocional, despersonalización y una baja realización personal. En el mobbing el principal factor estresante son las relaciones interpersonales negativas con los demás miembros del grupo laboral, que son persecutorias y que conducen a la pérdida de la autoestima, la autoexclusión, las somatizaciones, alteraciones del estado de ánimo y, lo que es más grave, incluso al suicidio.
El karoshi es un término acuñado en Japón para designar la muerte por exceso de trabajo en entornos laborales que se caracterizan por un alto grado de demanda laboral, un bajo grado de apoyo social y niveles variables en el control del trabajo.
Tomar en cuenta que todo dependerá de la capacidad de afrontamiento de cada individuo, pues no todas las personas al momento de que se exponga a una situación estresante responderá de la misma manera incluso puede que para un gran porcentaje eso no implique ningún tipo de problema.