Las Aguilas Cibaeñas se proclaman campeonas. Los cibaeños completaron anoche su gran regreso y milagro en la Serie Final ganando su tercer partido seguido y de paso alcanzar su corona 22 en su historia en la Liga Dominicana de Béisbol, tras derrotar 7-4 a los Gigantes del Cibao en un decisivo séptimo partido.
Tras su cetro, los aguiluchos igualan con los Tigres del Licey como las franquicias más ganadoras en los anales del béisbol dominicano.
Apoyadas en jonrones de Johan Camargo, Juan Lagares y Luis Juárez, las Aguilas atacaron con siete imparables a cinco lanzadores de los Gigantes para levantar su primer trofeo desde que superaron 4-3 al Licey en la final celebrada en el 2017-18.
Encontrándose debajo 1-3 tras la celebración del cuarto partido el viernes, las cuyayas comenzaron a mostrar sus garras en el choque del sábado, primero descontando una desventaja de 0-3 en las primeras cuatro entradas, para luego reponerse y salir triunfante 9-3, en una jornada que tuvo al grandesligas Carlos Martínez como iniciador y quien sirvió de inspiración en el gran repunte que desde entonces tuvo el combinado.
Desde que el dirigente Félix Fermín insertó a los veteranos Ramón Torres y Juan Carlos Pérez en la alineación la situación se tornó diferente para los amarillos, conjunto que se colocó como el segundo en la historia que remonta de una desventaja 1-3 para levantar el trofeo, uniéndose al Escogido en 1987-88 que se repuso para vencer 4-3 a las Estrellas.
El que acaba de transcurrir fue un torneo atípico, sin la presencia de fanáticos, recortado a solo 30 partidos en la serie regular, con un formato diferente en las semifinales, pero que se desarrolló por todo lo alto y terminó en grande, a pesar de la presencia de la pandemia, que provocó que decenas de jugadores, coaches y directivos se vieran infectados e incluso en el último choque los Gigantes reportaron varias bajas por el virus.
Hasta la llegada del último out fue de película, con un batazo conectado por Kelvin Gutiérrez por el campocorto, cuya jugada en la inicial requirió la revisión de los auxiliares.
Sexta corona para Fermín
La obtención del campeonato Para Fermín este representa un capítulo más en su carrera, tras la conquista de su sexto gallardete en su ilustre historia como dirigente, el máximo ganador. Este es el primero que logra el famoso “Gato” desde que lo alcanzó en el 2007-08, tras derrotar 5-3 al Licey.
Luis Castillo (2-0), el segundo lanzador de las Aguilas fue el ganador, anotándose Darío Alvarez el salvamento. Wily Peralta fue el derrotado.
Las anotaciones
Las Aguilas fueron las primeras en anotar tras marcar una vuelta en el tercer acto por largo jonrón de Johan Camargo por el prado derecho frente a Ellis.
Los Gigantes, que habían tenido un par de oportunidades de anotar carreras, lograron hacerlo en la conclusión del quinto frente a un Andy Otero, que como de costumbre ejercía gran dominio en el box.
Pero, en ese capítulo, Abiatar Avelino y José Sirí iniciaron con sencillos, Ronald Guzmán produjo otro imparable al derecho que empujó a Avelino, en tanto que Sirí anotó por sacrificio de Kelvin Gutiérrez.
La ventaja duró poco para los nordestanos, pues en el sexto, Lagares engarzó un pitcheo de Ellis y desapareció la pelota por el prado izquierdo, en lo que fue su tercer vuelacercas en igual cantidad de días seguidos.
En el inicio del séptimo, Luis Juárez disparó el tercer vuelacercas solitario de los aguiluchos en el choque por el prado derecho frente a Wily Peralta. Luego de ese batazo se produjeron cuatro vueltas más , en que Jonathan Villar produjo uno de los batazos más importantes.
La serie de los Jonrones
Un total de 18 vuelacercas se conectaron en esta final, lo cual establecieron una marca para una serie de 7-4 e igualaron la más extensa en los anales de series finales con los 18 bambinazos disparados entre Gigantes y Estrellas en 2014-15.
El beso de O´Brien
En el sexto, Pete O´Brien fue ponchado por Luis Felipe Castillo, ambos tuvieron un intercambio de miradas y el jardinero gigante se despidió a la cueva lanzándole una seguidilla de besos.
El Pepón, lo mejor para el final
El Pepón Juárez llegó con fama de buen bateador en el béisbol de México, en sus primeros choques conectó unos batazos fuertes pero con mala suerte, sin embargo, dejó lo mejor para el final, pues su “Peponazo” en el séptimo frente a Wily Peralta le dio una ventaja a las Águilas que no perdieron jamás.
La mudanza del Valle de la Muerte
Otro hecho extraño en esta final, es que las Aguilas tuvieron mejor desempeño en la ruta, que en el llamado “Valle de la Muerte”, su gran nido. En el Julián Javier registraron foja de 3-1.
Gigantes 0-2 en decisivos
Tras caer ante las Aguilas, los Gigantes ahora cuentan con foja de 0- 2en partidos que han llegado al límite en finales, pues también en el 2009-10 cayeron frente al Escogido 5-4.