El cantante y compositor cristiano Jaime Murrell ha partido con el Señor este jueves por razones aún no confirmadas por su familia.
Con la frase “Llegó el Día de mi Graduación”, se anunció que Murrell había fallecido y aunque no se han detallado las causas exactas, se presume que fue por la lucha intensa que tenia desde hace varios días con el Covid-19 y las respectivas complicaciones.
Para finales de enero, los medios de comunicación revelaban que el cantante de origen panameño estaba recibiendo atención medica por el contagio del virus; asimismo suspendió toda actividad que tenía con sus seguidores.
«Anunciamos que el día de hoy, se graduó Jaime Murrell, tal como él siempre lo decía: ´El día de mi muerte, es el día de mi graduación”, decía parte del comunicado emitido por redes sociales.
«Deja un gran legado de la pasión por predicar el Amor de Cristo como estilo de vida, ver la adoración como obediencia a Dios, amar al prójimo por encima de cualquier título religioso, comprender que nuestra mayor meta es que el carácter de Cristo sea formado en nosotros, clamar por la Paz de cada ciudad, buscar siempre menguar para que sea Cristo él que crezca en nosotros», agrega el escrito.
Sus éxitos más conocidos están «Te pido la paz», Yo quiero más de tí», «Grandes son tus Maravillas», «En tu presencia» y «Aquí estoy», entre otras más; en 1970 fue parte de una banda musical llamada «The Mozambiques».
Automáticamente la partida física de Murrell conmocionó a quienes habían compartido con él, además de sus seguidores y también a otros adoradores para los cuales el cantante había sido de gran influencia, entre los que destaca la palabras que dedicó el grupo cristiano Miel San Marcos.
“Damos gracias al Señor por habernos regalado a este vaso que siempre honró Su Nombre e influenció a toda una generación a amar la presencia de Dios. Hoy honramos la memoria de nuestro querido@jaimemurrell y oramos por paz y fortaleza para su familia. Yo quiero menguar para que crezcas TÚ”, escribieron junto a varias fotos de él en Instagram.
Su trabajo como músico y adorador del Señor destacó desde los años 90, donde pudo compartir con otras personalidades reconocidas de la industria musical cristiana como Marcos Witt y Marco Barrientos.
A Murrell se identificó siempre por ser un padre ejemplar, buen amigo, buen esposo, apasionado adorador del Señor y también predicador de su palabra.