El Consejo de Derechos Humanos de la ONU mediante una carta le ha exigido a Argelia que ponga un alto a «la intimidación y el trato discriminatorio» que reciben los cristianos protestantes del país.
Mediante una carta de los relatores enviados a ese país y las conclusiones sobre lo investigado, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU HRC) está haciendo presión fuerte en Argelia para que los cristianos protestantes sean tratados de buena manera.
Los relatores de CDH le han pedido al presidente de Argelia «la información verdadera y exacta sobre el cierre de iglesias y lugares de culto protestante en todo el país».
Al haber pasado algunos meses, las Naciones Unidas ha hecho pública la misiva, el cual consta de 7 páginas resumiendo lo último acontecido sobre derechos humanos en el país, especialmente lo que ha sucedido con el cierre de iglesias protestantes así como la discriminación que sufre la población cristiana.
a EPA es una asociación que ha reunido a la mayor cantidad de iglesias protestantes en todo el país, la cual está ampliamente reconocida y opera desde hace 70 años; como parte de la discriminación sufrida, a ellos no se les renovó su registro oficial, lo que produce el cierre masivo de las iglesias.
Desde 2018 las iglesias protestantes han sufrido los cierres de sus templos, aproximadamente 13 ya están clausuradas y casi 50 más están bajo amenaza, situación que ha denunciado el CDH.
“Esta incertidumbre se ve reforzada por declaraciones públicas de representantes políticos en las redes sociales en las que supuestamente se negaron a permitir la reapertura de lugares de culto cerrados y hablaron de la necesidad de cerrar todas las iglesias ‘ilegales’ en Argelia», dice la carta.
Asimismo, denunciaron el abuso de fuerza física contra los miembros de la iglesia, intimidación en controles fronterizos y aeropuertos por parte del gobierno.
«Expresamos nuestra preocupación por la situación de los lugares de culto y las iglesias afiliadas a la Iglesia Protestante de Argelia y lo que parece tomar la forma de una campaña de cierre administrativo que tendría graves consecuencias para el derecho de la minoría cristiana protestante a manifestarse libremente. y practicar su religión o creencias, incluso mediante el culto, la realización de ritos y la enseñanza, así como el derecho de sus miembros a la libertad de expresión, ambos garantizados por el derecho internacional y los artículos 18 y 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. (ICCPR)», se lee en la carta.
Una serie de preguntas finaliza la carta, las cuales están dirigidas al gobierno y se lee lo siguiente:
- “Explique en detalle la base fáctica y jurídica que justificó el cierre de los 13 lugares de culto e iglesias”.
- “Por favor, proporcione información sobre el procedimiento de reinscripción de la Iglesia Protestante de Argelia y explique la razón por la que no se ha finalizado hasta la fecha”.
- «Se solicita tomar medidas para investigar cualquier violación cometida contra ellos [líderes de la iglesia protestante] y para identificar y sancionar a cualquier persona responsable”.
La misiva no es la primera enviada al gobierno argelino, pues en 2018 la primera carta destacó que el CDH ya estaba preocupado por las restricciones y discriminación a la comunidad cristiana del país; de lo cual no obtuvieron ninguna respuesta.