Una mujer estadounidense que nació sin brazos ni piernas está viviendo su propósito divino en Dios, a pesar del rechazo de sus padres biológicos. Hoy, ella inspira al mundo con su poderosa historia.
Amy Brooks nació con una extraña enfermedad llamada tetrafocomelia; por tal razón no tenía brazos ni piernas cuando era bebé.
Lamentablemente, su madre no pudo aceptar la condición de su pequeña hija y a pesar de que el doctor Michael Alexander intentó convencerla de que se quedara con ella, igual tomó la decisión de abandonarla.
Información proporcionada por el portal GOD TV señala que los padres de Amy la dejaron en el hospital y le preguntaron al personal si podían «ponerla en una habitación y no alimentarla».
No obstante, Dios ya había trazado un plan más grande para con esta mujer, que aunque sus padres biológicos la dejaron, ella reconoce que el Señor siempre estuvo allí cuidándola.
Dios llevó a Amy a un amoroso hogar cristiano que la crio como propia. Janet Brooks, junto a su familia, le enseñó todo lo necesario para afrontar la vida; entre ello uno de los aspectos más importantes que es nunca decir «no puedo» y en su lugar «o intentaré».
Con sus pequeños bracitos, esta centrada chica puede hacer tareas sencillas como maquillarse a sí misma y comer sin la ayuda de otra persona. Ella considera que «la actitud determina la altitud».
Del mismo modo, asegura que «Dios no se equivoca» y que cree que nació con un propósito divino. Amy dice que «algo sucede cuando dejamos de actuar como víctimas y empezamos a presentarnos para ofrecerle a Dios lo que somos». El versículo de su vida es Salmos 139:14.
Incluso, el Señor ha sido fiel en cumplir su plan en ella, ya que la está usando para inspirar a otros con su emotiva historia; actualmente se desempeña como autora y oradora motivacional.
Amy se describe a sí misma como una mujer cristiana devota y feliz que trata de glorificar a Jesús con su vida. Espera también dar testimonio al mundo de la gracia salvadora de Dios y animar a quienes ya la conocen.