Durante el fin de semana cientos de adolescentes y jóvenes asistieron en compañía de sus padres a los centros de vacunación establecidos para iniciar el proceso de inmunización contra el coronavirus.
Aunque algunos fueron obligados por sus tutores, otros estaban entusiasmados por recibir su primera dosis contra el covid-19.
Los adolescentes que se negaban a recibir la vacuna justificaban su decisión por las medidas restrictivas instauradas por el virus, cómo por ejemplo, el toque de queda, el cual los obliga a quedarse encerrados en sus casas.
“Mami, como quiera no salimos a ningún lado, o sea, que da igual ponérsela”, le dijo una adolescente a su madre mientras esperaba un poco enojada al final de la fila para acceder al centro de vacunación a medida que se extendía con la llegada de más personas.
Otros no querían aplicársela por temor a las agujas y los demás no sabían expresar una opinión certera acerca de su resistencia.
Los demás estaban a la espera de su turno y deseaban inocularse rápidamente para buscar una salida al encierro que lleva más de un año.
En la primera jornada de vacunación para adolescentes, un jovencito identificado como Rafael, de 13 años, dijo que hace tiempo que quería ponerse la vacuna para sentirse libre.
El padre del adolescente explicó sentirse satisfecho porque “se logró lo que quería”: vacunar el niño para completar la inmunización en la familia. Con cierta madurez, Diego, de 13 años, dijo que la vacuna es para prevenir el contagio del Covid y gracias a Dios se les dio la oportunidad que él esperaba.
Su hermano Sebastián, de 16 años, expresó sentirse entusiasmado y que confía en la vacuna “para salir de eso”.
SEPA MÁS
Dosis.
En la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) ayer tenían cerca de 3,000 dosis de Pfizer para vacunar a los mayores de 12 años.
Pfizer.
Con la llegada de 228,000 dosis de la vacuna Pfizer, el gobierno informó sobre los distintos lugares donde los mayores de 12 años pueden acudir a vacunarse con previa autorización de los padres.