El arquero Emiliano Martínez le pidió prestada a Lionel Messi la capa de superhéroe y llevó a la Argentina a la final de la Copa América.
Martínez atajó tres penales para que la Albiceleste se impusiera 3-2 en la tanda que definió la semifinal en el estadio Mané Garrincha de Brasilia tras un empate 1-1 en tiempo regular.
Argentina intentará quebrar una racha de 28 años sin títulos nada menos que ante su clásico rival y anfitrión Brasil el sábado en el mítico Maracaná de Río de Janeiro, el mismo escenario donde vivió su última frustración en una final mundialista, la de 2014 ante Alemania.
Colombia, que perdió las tres semifinales que jugó ante los argentinos en esta competencia, buscará consuelo un día antes contra Perú por el tercer puesto.
“No tengo palabras… Venimos de 40 días encerrados, los chicos lo saben, creo que fuimos la única selección que no pudimos ver a nadie, estábamos con una burbuja realmente solos… Venimos con un sueño”, dijo el arquero, apodado Dibu, entre lágrimas durante la transmisión televisiva. “Lo dijimos el primer día, nosotros queremos jugar la final y qué mejor que jugarla con Brasil en su cancha”.
El arquero del Aston Villa, que se apoderó de la titularidad del arco argentino en este torneo, le contuvo los tiros a Davinson Sánchez, Yerry Mina y Edwin Cardona. Antes de cada ejecución, Martínez provocó a sus rivales con términos descomedidos.
Messi, Leandro Paredes y Lautaro Martínez hicieron el resto, mientras que Rodrigo De Paul pateó desviado.
Juan Guillermo Cuadrado y Miguel Borja anotaron para Colombia.
“Por momentos se hizo difícil. Pero tenemos a Emi que es un fenómeno”, recalcó Messi en referencia al arquero. “Confiábamos en él. Conseguimos el objetivo de poder jugar todos los partidos y ahora vamos por la final”.
Martínez le arrebató por primera vez en el torneo el cartel de figura al capitán Messi, que fue menos determinante que los anteriores partidos del torneo y sintió el rigor de la marca colombiana.
“Estamos muy ilusionados, felices, en lo personal me toca jugar una final más, lo que más quiero es ganar un título con la selección”, dijo el capitán, que perdió las tres finales que disputó con su país.
El astro también se refirió al cruce con su amigo y excompañero del Barcelona, Neymar, quien había expresado su deseo de jugar el partido por el título ante Argentina.
“Estamos en la final los dos, yo sé que Neymar lo dijo por un lado porque somos amigos y quería que yo esté también. Seguro va a ser muy igualada y complicada”, mencionó. “Estamos muy ilusionados, conseguimos el primer objetivo que era la final, jugar todos los partidos, y ahora más ilusionados que nunca vamos en búsqueda de esa Copa”.
Para el técnico Lional Scaloni, quien tomó el cargo en forma interina sin experiencia previa tras la renuncia de Jorge Sampaoli en medio de las crisis que detonó la eliminación en el Mundial de 2018, dirigirá en la primera final de su corta carrera.
“Creo que Argentina es un justo finalista, de eso no tengo dudas”, destacó tras hilvanar 19 partidos invicto. “Vamos a jugar una final con nuestro eterno rival, el de toda la vida. Esperemos que la gente lo disfrute, que sea un buen partido. Obviamente queremos ganar, pero creo que es un partido para disfrutar”.
Argentina había tomado la ventaja a los siete minutos por intermedio de Lautaro Martínez, pero Colombia la sometió a un asedio constante, como ningún otro rival en el certamen, y Luis Fernando Díaz anotó el 1-1 a los 60.
Apenas transcurridos unos minutos de juego, Giovani Lo Celso se calzó el traje de conductor y le clavó un puñal a la defensa colombiana en el área con un pase milimétrico a Messi. El Diez recibió en el área y sacó a bailar a Mina y Sánchez, tocó para atrás y Martínez infló la red con un derechazo. Fue la quinta asistencia de Messi en el certamen, cifra inédita con la casaca de su país.
Con la sangre en el ojo, los Cafeteros sometieron a la Albiceleste a una presión constante y encontraron por la banda izquierda su punto débil. Díaz, la figura de su selección, fue un dolor de cabeza para el lateral Nahuel Molina, luego reemplazado, y el zaguero Germán Pezzella.
“Sabíamos que enfrentábamos una selección muy fuerte, muy competitiva, que si marcábamos goles y diferencia podíamos llegar a la siguiente instancia”, explicó el técnico colombiano Reinaldo Rueda. “La fortuna no estuvo con nosotros hoy”.
Y ante Messi, Colombia apretó la marca. El astro del Barcelona quedó con una mancha roja en la media izquierda —aparentemente por una herida— luego que Frank Fabra le hizo una dura entrada con los tachones por delante.
Tras una asistencia del volante creativo Cardona, Díaz le ganó en la carrera a Pezzella y la mandó adentro apenas iniciado el complemento.
“No tenemos nada para reprocharnos”, declaró Rueda, que también había sido semifinalista con Chile en 2019 y con su país en 2004. “Ahora esperar que el fútbol nos retribuya este esfuerzo y podamos darle una alegría al pueblo colombiano en otro momento”.