El nuevo primer ministro de Israel hizo un llamado a la comunidad internacional ayer lunes para que se una contra Irán, acusó a Teherán de buscar el desarrollo de un arma nuclear y amenazó con actuar solo si el mundo no toma medidas. En su discurso inaugural ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Naftali Bennett no mencionó elconflicto de décadas con los palestinos y, en cambio, buscó retratar a Irán como una amenaza para la seguridad global.
“El programa nuclear de Irán ha marcado un hito, al igual que nuestra tolerancia”, dijo. “Las palabras no impiden que las centrifugadoras giren”.
Bennett reemplazó en junio a Benjamin Netanyahu al formar una coalición diversa de partidos pequeños y medianos. Mientras Netanyahu era famoso por su talento para el espectáculo, su combatividad y el uso de recursos visuales en sus discursos ante la ONU, Bennett —un exejecutivo del sector tecnológico— adoptó un enfoque más tradicional. Su voz fue mesurada mientras buscaba retratar a su país como un “faro en un mar tempestuoso” del volátil Medio Oriente. Pero el contenido de su mensaje fue en gran medida similar al de Netanyahu.
Llamó al nuevo presidente iraní, Ebrahim Raisi, el “carnicero de Teherán” por su papel en la represión de la disidencia política y acusó a Irán de armar, financiar y entrenar a los enemigos de Israel en toda la región. Dijo que la intromisión iraní ha traído desastres a países como Líbano, Siria y Yemen.
Israel cree que Irán tiene como objetivo desarrollar armas nucleares —una acusación que Teherán niega— y dice que el acuerdo nuclear internacional de 2015 no incluía suficientes salvaguardas para evitar que Irán alcance capacidad de armamento.
Bennett, un religioso intransigente que se opone a la creación de un Estado palestino, no mencionó a los palestinos ni una sola vez en su discurso de 25 minutos. Como primer ministro, ha rechazado los pedidos de conversaciones de paz, aunque espera promover mejores relaciones económicas para reducir las fricciones.
Norcorea
Por otro lado, Corea del Norte defendió ayer lunes ante la ONU su derecho a desarrollar y probar armamento avanzado, algo que considera necesario dada la “amenaza” constante que suponen para el país sus vecinos del sur y Estados Unidos.
“Nadie puede negar el justo derecho de la República Popular Democrática de Corea a desarrollar, probar, manufacturar y poseer los sistemas de armas equivalentes a los que poseen o están desarrollando ellos”, dijo en referencia a EEUU y Corea del Sur el embajador norcoreano en Naciones Unidas, Kim Song. El diplomático se expresó así en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, que se produjo poco después de que Pionyang lanzara un misil sin identificar hacia el mar de Japón, según anunció el Ejército surcoreano.
Esta nueva prueba armamentística se produce tras otros dos ensayos con misiles balísticos el pasado día 15, en desafío de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le prohíben este tipo de actividades. Kim defendió la necesidad norcoreana de desarrollar capacidades de defensa para poder frenar una guerra en su contra.
Debilitado.
Bennett, un religioso intransigente que se opone a la creación de un Estado palestino, no mencionó a los palestinos ni una sola vez en su discurso de 25 minutos. Como primer ministro, ha rechazado los pedidos de conversaciones de paz, aunque espera promover mejores relaciones económicas.