Las autoridades del estado hindú de Himachal Pradesh arrestaron a un pastor y a otros dos cristianos que repartían Biblias en algunas aldeas, luego de que se les acusara falsamente de convertir a las personas a la fuerza.
El pastor pentecostal Charlie John y los creyentes Vishal y Keval Ram, fueron arrestados la semana pasada mientras entregaban folletos evangelísticos y Biblias en la aldea de Lalas, cerca de la ciudad de Rampur.
«Solo ofrecí la Biblia y se la di a aquellos que aceptan libremente las Buenas Nuevas», dijo el pastor, según cita Asia News.
«Si alguien se negó, no insistí. No convertimos a nadie; incluso estoy dispuesto a ofrecer la Biblia, que es la Palabra de Dios, incluso a la policía».
El pastor se defendió asegurando que lo único que hacen es compartir el mensaje de salvación, sin obligar a nadie a convertirse, por lo que las acusaciones en su contra son completamente falsas.
Cabe mencionar que Himachal Pradesh es uno de los tantos estados de la India que cuenta con leyes «anti-conversión».
Aunque muchas de estas leyes llevan años vigentes, hasta la fecha ningún cristiano ha sido condenado por convertir a alguien «por la fuerza» al cristianismo; no obstante, esto le facilita a los grupos nacionalistas radicales acusar falsamente a los creyentes de supuestas conversiones forzadas.
Estas leyes establecen que los cristianos no pueden hablar del cielo y el infierno, así como servir comida o bocadillos después de una reunión evangelística, porque se considera como un «incentivo para motivar a las personas a convertirse al cristianismo».
Actualmente, los cristianos representan el 2,5% de la población total de la India, que cuenta con más de 1.300 millones de habitantes.
La India, por su parte, se sitúa en el puesto número 10 en la lista de persecución cristiana más reciente de la organización Open Doors, denotando así su hostigamiento y trato violento y discriminatorio hacia las comunidades cristianas que se encuentran en el país.
A pesar de ello, los creyentes hindúes continúan haciendo y ejerciendo su labor evangelística sin importar las consecuencias, pues están conscientes de que mayor es aquel que los ha llamado y escogido.