En el contexto actual producto de la pandemia, en el que la conexión a internet se ha vuelto primordial tanto para padres como para hijos, la exposición a situaciones de peligro en la red se ha incrementado y, con ello, las preocupaciones de los adultos por la ciberseguridad de los menores.
No obstante, muchos aún desconocen ciertas experiencias que los niños podrían estar viviendo en la red y poniendo en peligro su integridad.
Así lo demuestra un estudio desarrollado en la región por la compañía global de ciberseguridad Kaspersky que reveló que uno de cada 10 padres latinoamericanos ignora si un desconocido ha intentado ganarse la confianza de sus hijos en línea. En tanto, un 7% reconoce que al menos una vez, un extraño ha contactado a sus niños por alguna razón.
La empresa publicó que el sondeo evidenció además que la mayor preocupación que los progenitores tienen mientras los menores navegan en internet es que sean acosados sexualmente
La segunda gran inquietud de los adultos es que los niños consuman contenido inapropiado, especialmente pornográfico.
La investigación reveló también que, en promedio, el 13% de los progenitores latinoamericanos no ha establecido reglas de seguridad en internet para sus hijos, pero cree que debería hacerlo; mientras un 77% sí ha discutido en familia al respecto.
En cuanto a las acciones para proteger a los menores de las amenazas cibernéticas, limitar el tiempo de uso de las pantallas es la medida más utilizada por los adultos latinoamericanos, con 84%. En tanto, solo un 10% solicita al proveedor de internet bloquear el acceso a sitios inapropiados.
¿Qué hacer?
Para ayudar a los padres a proteger a sus hijos del acoso sexual y otras amenazas en internet, Kaspersky recomienda:
1. Conversa periódicamente con tus hijos acerca de los peligros en línea. Asimismo, trata de ser su guía sobre seguridad en la red y entrégales la confianza para que se acerquen a ti ante cualquier situación que los haga sentir incómodos (acoso, sexting, grooming).
2. Enseña a tu hijo a bloquear e informar cuando vea o experimente cualquier situación problemática en la web. Esto ayuda a crear una buena etiqueta en línea y refuerza la seguridad de tu hijo para tomar control.
3. Comparte la responsabilidad. Enseña a tu hijo a actuar en línea de la misma forma que lo haría offline. Si hay algo que no enviaría, compartiría ni diría en el mundo físico, entonces tampoco debería hacerlo en línea.