Los investigadores han demostrado por primera vez en ratones que los problemas cardíacos asociados a la gripe no son causados por una inflamación furiosa en los pulmones, como se ha predicho desde hace tiempo, según publican en la revista ‘Science Advances’.
En su lugar, el estudio de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) reveló que las disfunciones eléctricas y las cicatrices en el corazón que se observan en algunos de los pacientes más enfermos de gripe están causadas por la infección directa de las células cardíacas por la gripe.
Así ataca la gripe al corazón
En trabajos anteriores, el equipo de investigación había observado la presencia de partículas víricas de la gripe en las células cardíacas de ratones infectados, pero no podía asegurar que su presencia en el corazón fuera la causa del daño cardíaco.
Cuando los investigadores infectaron a ratones con un virus de la gripe genéticamente alterado que no era capaz de replicarse en las células cardíacas, los ratones desarrollaron los clásicos síntomas inflamatorios de la gripe, pero sin complicaciones cardíacas.
«Demostramos que incluso cuando se tiene una infección muy grave en los pulmones, si se utiliza ese virus que no puede replicarse en el corazón, no se producen esas complicaciones cardíacas«, explica el autor principal Jacob Yount, profesor asociado de infección microbiana e inmunidad en la Facultad de Medicina de Ohio.
«Esto demuestra que es la infección directa del corazón la que provoca estas complicaciones –prosigue–. Ahora tenemos que averiguar qué hace la infección directa: ¿mata las células del corazón? ¿Tiene ramificaciones a largo plazo? ¿Las infecciones repetidas tienen complicaciones cardíacas que se acumulan con el tiempo? Ahora tenemos que responder a muchas preguntas».
Hace tiempo que se sabe que los pacientes hospitalizados por la gripe pueden desarrollar problemas cardíacos. Un estudio de 2020 descubrió que alrededor del 12% de los adultos de Estados Unidos hospitalizados por la gripe durante ocho años desarrollaron complicaciones cardíacas graves y repentinas.
Yount ha estudiado la gripe durante años, y su laboratorio desarrolló un modelo de ratón que carece de IFITM3, el gen que codifica una proteína clave en la eliminación de infecciones virales por parte del sistema inmunitario innato. Su equipo descubrió en un estudio de 2019 que los ratones infectados por la gripe que carecían del gen IFITM3 tenían un mayor riesgo de desarrollar problemas cardíacos.
Estos ratones no solo son altamente susceptibles a la gripe, sino que también son deficientes en la misma proteína antiviral que algunas personas también carecen: Alrededor del 20% de los chinos y el 4% de los europeos tienen una variante genética que provoca una deficiencia de IFITM3.
«Sabemos que esas personas son más susceptibles a las infecciones graves de gripe, y nuestra investigación con ratones sugeriría que también son más susceptibles a las complicaciones cardíacas con la gripe», subraya Yount, también codirector del programa de Virus y Patógenos Emergentes en el Instituto de Enfermedades Infecciosas del Estado de Ohio.
Para este estudio, los investigadores alteraron el genoma de una cepa de gripe H1N1 para que el virus no pudiera secuestrar las células del corazón para hacer copias de sí mismo. Inyectaron el virus alterado y un virus de control en ratones normales y ratones que carecían de IFITM3.
Ambos virus causaron inflamación pulmonar y sistémica y generaron altas concentraciones de partículas virales en los ratones, pero el virus alterado no se detectó en las células cardíacas de los ratones normales y estuvo presente en concentraciones significativamente menores en los corazones de los ratones deficientes en IFITM3. Estos hallazgos permitieron comparar directamente los corazones de los ratones con y sin replicación robusta del virus.
Los investigadores detectaron menos daños en el músculo cardíaco, menos biomarcadores de lesión celular, menos cicatrización, o fibrosis, del tejido cardíaco y menos problemas de señalización eléctrica en los corazones de los ratones que recibieron el virus genéticamente alterado.
«Tenemos este modelo de ratón y este virus que nos permitió distinguir entre la inflamación pulmonar grave y la replicación directa del virus en el corazón. En el pasado no habíamos podido separar esas dos cosas –explica Yount–. Si el virus no se replica con fuerza en el corazón, no se observan las mismas anomalías eléctricas ni la misma respuesta fibrótica».
Señalan que todavía queda mucho por aprender. La gripe suele centrar la mayor parte de sus esfuerzos en infiltrarse en los pulmones, pero generalmente no está presente en la sangre ni en otros órganos. Pero sí llega al corazón, y averiguar cómo sucede forma parte del trabajo continuo del laboratorio de Yount.
Apuntan que es demasiado pronto para saber cómo podría influir esta investigación en el tratamiento de los pacientes hospitalizados por la gripe con complicaciones cardíacas, pero Yount defiende que estos hallazgos sugieren que la eliminación de la infección viral podría ser clave para reducir los efectos problemáticos de la gripe en el corazón.
«Una cosa que nos dice esto es que esta es otra razón para vacunarse contra la gripe, porque uno no quiere que su corazón se infecte por la gripe, y es una posibilidad«, concluye.