Una corredora y madre cristiana le da la gloria a Dios por su clasificación a los recientes Juegos Olímpicos de Tokio sabiendo que las habilidades que tiene son bendición del Señor.
Allyson Felix, atleta olímpica por EE.UU y super condecorada por sus logros, una vez más manifiesta cómo Dios le ha concedido la victoria en las clasificaciones hacia Tokio 2020 a celebrarse este año por causa de la pandemia y no como su nombre lo dice, él año pasado.
Felix es una de las tantas personas o figuras públicas que luchan con la agenda LGBT y de ideología de género que ha impuesto Biden dentro de su gobierno en todo este año; ella fue objeto de ello cuando salió embarazada puesto que las marcas que la patrocinaban, intentaron abandonar el presupuesto que le daban.
Pero es su fe en Cristo la pieza clave que la ha mantenido dentro de la industria del deporte, “Mi fe es definitivamente el aspecto más importante de mi vida. Llegué a conocer a Jesucristo como mi Salvador personal a una edad muy temprana. Desde entonces, me he esforzado continuamente por crecer en mi relación con Dios”, dijo ella para Atletas en Acción.
La habilidad de tener unas “piernas voladoras” se las atribuye a Dios, a quien le dedica sus seis medallas de oro olímpicas y otras tres medallas más de distinta denominación desde que comenzó a ser mundialmente reconocida en 2004.
“Para mí, mi fe es la razón por la que corro. Definitivamente siento que tengo este maravilloso regalo con el que Dios me ha bendecido, y se trata de usarlo lo mejor que pueda», expresó a Baptist Press.
La presión del mundo y de su carrera ha querido venir contra ella, pero Felix tomando la palabra del Señor como escudo ha sabido cómo sobrellevar cada momento vivido recitando Filipenses 4: 6-7.
Durante su tiempo como madre, Felix luchó con una larga recuperación de una cesárea, la cual casi la deja fuera de la clasificación, pero confiando en Dios le demostró al mundo y a su pequeña niña que con carácter e integridad se puede lograr todo.
“Solo quería mostrarle realmente, pase lo que pase, que haces las cosas con carácter, integridad y que no te rindes. Y para mí, ya sea ganar o perder, sin importar el resultado, quería ser consistente con eso. Tenerla como motivación durante estos últimos años me ha dado un impulso completamente nuevo», indicó para News Ladizette.
“Mi carrera es un regalo asombroso de Dios y quiero usarlo lo mejor que pueda para glorificarlo. Tienes que tener esta pasión y tienes que tener una razón para hacer lo que estás haciendo. Y realmente tiene que haber un propósito, creo que eso es lo que impulsa el éxito. Sé que mi talento proviene de Dios. Y ese es mi propósito: correr para glorificarlo”, finalizó la atleta en su convicción como cristiana.