El berro es un brote tierno perteneciente a familia de las crucíferas. Este tipo de verdura, que aparecen espontáneamente en grandes colonias, a la orilla de fuentes o riachuelos, también puede ser cultivadas, durante todo el año.
Sus hojas son redondeadas, de color verde oscuro y sus tallos muy ramificados y de color verde blanquecino. Se consume tanto la hoja como el tallo.
Para seleccionar los mejores berros debemos escoger manojos muy verdes y frescos, sin daño en las hojas y rechazando aquellos que estén muy mustios o amarillentos.
La forma más frecuente de consumirlos es en ensaladas frescas, tanto solos como mezclados con otras verduras y aderezados con salsas diversas. La vinagreta es la que le va especialmente bien, además “es la más saludable”, apunta la nutricionista.
Otro uso que podemos darle a los berros es añadidos a carnes, salsas de yogur, quesos, mantequillas o mayonesas. También pueden utilizarse en platos cocinados como las sopas o las cremas de berros.
Su valor nutritivo
Al igual que el resto de verduras, los berros son bajos en energías y ricos en fibra. Aunque las cantidades que se suelen consumir son realmente pequeñas debido a su relación peso-volumen.
Son ricos en vitaminas A, K y C , y en ácido fólico y manganeso, y aportan potasio y calcio.
“Aunque los que se comercializan actualmente están cultivados en aguas controladas, los berros silvestres que crecen en aguas contaminadas o con riesgo de estarlo pueden generar problemas de parasitosis“, advirtió González.
Hablamos de enfermedades como la fasciola hepática, que puede generar problemas graves en el hígado y en el sistema digestivo.
Fuente: EFE