La elección adecuada de los alimentos en fundamental para cualquiera a cualquier hora del día; pero para una persona con diabetes, escoger lo que come, particularmente al iniciar el día, puede ser la diferencia entre conservar los niveles de glucosa en un nivel óptimo o no durante la jornada. Si tienes diabetes, quizá te preguntes qué puedes desayunar para evitar un subidón de azúcar y sentirte mejor durante el día.
La respuesta la tienen los nutriólogos del sitio especializado Eat This, Not That!, que aconsejan algunas opciones saludables de desayuno para diabéticos que buscan mantener niveles saludables de azúcar en la sangre, especialmente cuando algunos alimentos que se consumen por la mañana contienen mucha azúcar añadida, carbohidratos y están altamente procesados, como cereales y panecillos.
Tazón de avena
La avena no sólo es un carbohidrato complejo perfecto para evitar que el nivel de azúcar se eleve, pero además está lleno de fibra soluble que no sólo brinda saciedad sino que también ayuda a disminuir el colesterol alto. En una taza de agua agrega media taza de avena seca, una cucharada de semillas de chía, medio plátano o frutos rojos de tu preferencia y una cucharada de proteína de vainilla en polvo. Todo lo que necesitas en un solo tazón.
Tortilla de verduras
Consumir proteínas en el desayuno es fundamental para mantener los niveles de azúcar en la sangre durante el resto del día, y las tortillas son una opción saludable de carbohidrato. Rellena una tortilla con verduras preparadas con huevo y una pizca de queso y obtendrás un desayuno completo y abundante.
Yogurt griego
Si durante las mañanas tu preferencia son los sabores dulces, esta opción es rica y saludable para ti. Busca un yogurt griego sin azúcar añadida y agrégale frutas con un buen contenido de fibra, como frutos rojos, además de opciones con proteína como nueces o chía. Un buen yogurt griego es bajo en azúcares y rico en proteínas.
Recuerda que si sufres diabetes es fundamental monitorear tus niveles de azúcar en la sangre durante el día y acudir con tu médico periódicamente. Los cambios en tu actividad física y tu alimentación pueden obrar maravillas en tu cuerpo, así que puedes consultar a un nutriólogo para seguir un plan acorde con tu condición de salud.