La Corte Constitucional de Ecuador aprobó ayer el matrimonio gay en el país andino. En un comunicado, ese organismo señaló que con el voto de mayoría «reconoció el matrimonio entre personas del mismo sexo», y argumentó que la decisión se adopta a la luz de normas constitucionales favorables a la igualdad de la persona y que rechazan todo tipo de discriminación.
Dispuso también que la Asamblea reconfigure la institución del matrimonio para que se dé un trato igualitario a las personas del mismo sexo.
Inicialmente esa Corte se limitó a informar a las partes la aprobación del matrimonio gay, denominado civil igualitario en este país, sin dar otros detalles.
La Corte emitió estas notificaciones tras resolver una demanda planteada por dos parejas —Xavier Benalcázar y Efraín Soria, así como Rubén Salazar y Carlos Verdesoto—, activistas que recurrieron a todas las instancias legales para exigir su derecho a casarse.
Cinco jueces se pronunciaron a favor de la histórica decisión, mientras que otros cuatro votaron en contra luego de dos sesiones reservadas, la primera hace una semana y la otra, de unas cuatro horas, el miércoles.
Soria dijo a The Associated Press que, tras conocer el fallo, él y su pareja empezaron a planificar su boda.
«Estamos felices, estamos muy felices, es una felicidad para toda nuestra comunidad y para Ecuador porque nuestra lucha ha sido por derechos. Ahora tenemos que esperar para ver los términos en que la Corte ha dado este paso positivo», afirmó.
En América Latina los países que han aprobado alguna forma legal de matrimonio igualitario son Costa Rica, Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay. También está permitido en la Ciudad de México.
Ecuador únicamente reconocía el matrimonio heterosexual y como un elemento de menor jerarquía la unión de hecho, una declaración notarial en la que dos personas señalan que viven juntas, pero con protección casi inexistente en aspectos como las prestaciones sociales, médicas y laborales. Uno de los escenarios que mejor ilustra esa situación es que, en caso de separación o muerte de uno de los integrantes de una pareja en un matrimonio convencional, la sucesión de los bienes es directa, mientras que en la unión de hecho se debe hacer un juicio sumario para reclamarlos.
Soria y su pareja, con quien se unió de hecho en 2012, han llevado su exigencia de matrimonio igualitario ante las cortes, y tras una larga lucha en marzo la Corte Provincial elevó una consulta a la Corte Constitucional.
Luego de una consulta de organizaciones de defensa de los homosexuales, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una opinión favorable para que Ecuador apruebe el matrimonio civil igualitario, lo que fue sopesado por los jueces constitucionales.
Según organizaciones LGBTI, existen diez causas judiciales abiertas de matrimonio civil igualitario en Guayaquil, Quito y Cuenca.