A medida que los manifestantes ocupaban las avenidas a lo largo y ancho de Estados Unidos para condenar la muerte de George Floyd, los expertos de salud pública observaban alarmados la proximidad de los participantes y, en muchos casos, la falta del uso de mascarillas, lo que aunado al uso de gases lacrimógenos por parte de la policía, podría provocar nuevas transmisiones de coronavirus.
Muchas de las protestas estallaron en sitios donde el virus aún circula ampliamente entre la población. De hecho, un análisis de The Associated Press reveló que las manifestaciones han ocurrido en cada una de las 25 comunidades con las mayores concentraciones de casos nuevos en Estados Unidos. Algunas de ellas han registrado protestas de gran tamaño durante varios días, incluidas las ciudades de Minneapolis, St. Paul, Chicago, Washington D.C. y Los Ángeles.
Las protestas han ocurrido justo en momentos en que comunidades de toda la nación redujeron las restricciones a negocios y a la vida pública que fueron implementadas para frenar la propagación del virus, incrementando la preocupación de que los dos factores en conjunto puedan resultar en un repunte de casos a nivel nacional.
“Como nación, tenemos que estar preocupados de un repunte”, advirtió la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, el domingo después de días de protestas que sacudieron a la capital estadounidense. El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo lamentó las multitudes, diciendo que cientos podrían haberse contagiado, echando a perder meses de distanciamiento social.
Un nuevo brote en los sitios donde los manifestantes se congregaron podría conducir a un restablecimiento de las medidas de confinamiento.
El análisis de la AP se centró en grandes condados urbanos, dentro de áreas metropolitanas con más de 1 millón de habitantes, que registraron las mayores tasas de casos nuevos per cápita en los últimos 14 días.
Si bien las cifras de casos y muertes han disminuido en varias ciudades donde se han registrado grandes protestas, el número de personas contagiadas con el virus en esos lugares, y con la capacidad de propagarlo, sigue siento alto. Y en algunas de las comunidades, como Minneapolis, la cantidad de personas hospitalizadas con COVID-19 ha ido en aumento.
Floyd falleció el 25 de mayo luego de que un agente de la policía de Minneapolis lo inmovilizó colocándole la rodilla sobre el cuello durante varios minutos, incluso cuando el afroestadounidense dijo que no podía respirar. Minneapolis ha sido el epicentro de las protestas, que han cruzado el río Mississippi hasta la vecina ciudad de St. Paul.
Los condados de Ramsey y Hennepin, donde se ubican Minneapolis y St. Paul, ocuparon el 7mo y 8vo sitio en la lista de mayor número de casos nuevos per cápita en el análisis de la AP. Cada uno ha registrado más de 250 contagios por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, ambos reportando casi 2.000 nuevas infecciones en la última semana.
Los expertos señalaron que otros factores relacionados con las protestas podrían acelerar la propagación del virus. Por ejemplo, el gas lacrimógeno puede causar que la gente tosa y estornude, al igual que el humo de los incendios provocados. Ambos también pueden hacer que la gente se quite las mascarillas.