El presidente de Rusia, Vladímir Putin ha recibido las respuestas de EE.UU. a las propuestas de garantías de seguridad formuladas el pasado mes de diciembre por Moscú, declaró este jueves el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
«El presidente tiene todos estos papeles y le llevará tiempo analizarlos, así que no nos precipitaremos en sacar ninguna conclusión», afirmó el vocero.
Peskov señaló que aunque Washington ha expresado previamente «la opinión de que estos documentos de respuesta no deberían publicarse, […] ha expuesto su contenido con tanto detalle que realmente podría no ser necesario, ya que todo se conoce».
«Por lo que nuestros colegas declararon ayer, está muy claro que en lo que respecta a las principales líneas que figuraban en los proyectos de documentos que entregamos a nuestras contrapartes, no podemos decir que se hayan tenido en cuenta nuestras preocupaciones o que se haya demostrado una voluntad de tenerlas en cuenta», lamentó.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que la respuesta de EE.UU. no contiene una «reacción positiva» a la cuestión principal: la no expansión de la OTAN hacia el este y el no despliegue por parte de la Alianza Atlántica de armas de ataque que puedan amenazar al territorio ruso.
El ministro subrayó que será Vladímir Putin quien tome la decisión sobre los futuros pasos de Moscú respecto a las respuestas de Washington y la OTAN.
Este miércoles, el embajador de EE.UU. en Rusia, John Sullivan, entregó al Ministerio de Exteriores ruso las respuestas por escrito a las propuestas rusas de garantías de seguridad. Poco después, la postura de Occidente acerca de la materia fue resumida por el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Ambos funcionarios rechazaron las exigencias de Moscú de acabar con la política de ‘puertas abiertas’, incluso en cuanto a los países vecinos de Rusia. Sin embargo, coincidieron en que el bloque transatlántico espera mantener un diálogo con Rusia.
¿Qué propone Rusia?
La respuesta de EE.UU. y la OTAN supondría un rechazo a varios puntos claves de las dos propuestas publicadas por Rusia en diciembre. La iniciativa se produjo en medio de una escalada de tensiones en torno a Ucrania: Occidente acusa a Moscú de preparar una intervención en el país vecino, mientras que Rusia denuncia la militarización de Ucrania por parte la Organización del Tratado del Atlántico Norte y el refuerzo de la presencia militar de la Alianza en Europa del Este.
El pacto propuesto a Washington consta de ocho artículos. El primero de ellos estipula que ambas partes deben actuar con base en los principios de seguridad indivisible y no provocar daños a la seguridad mutua; el segundo, que tanto Rusia como EE.UU. procuren que cualquier organización internacional, alianza militar o coalición en las que participe una de las partes, respete los principios contenidos en la Carta de las Naciones Unidas.
Otros puntos prevén excluir la expansión de la OTAN hacia el este, no admitir en esa alianza militar a países que fueron miembros de la URSS, no utilizar el territorio de otros Estados para atacar a la otra parte, no desplegar tropas y armamento en zonas donde eso sería percibido como una amenaza, no usar bombarderos pesados ni buques de guerra fuera del espacio aéreo y las aguas territoriales nacionales o internacionales, no desplegar misiles terrestres de alcance corto o medio fuera del territorio nacional o en áreas desde donde puedan alcanzar objetivos de la otra parte y, finalmente, no capacitar al personal militar ni a civiles de países no poseedores de armas nucleares en el uso de ellas.
La versión del eventual acuerdo con la OTAN consta de nueve artículos y es parecida al documento propuesto a Washington. Asimismo, las autoridades rusas insisten en que la Alianza retire todas las tropas y todo el equipo militar que han sido desplegados en territorio de los países que se adhirieron a esa organización después de 1997.