Nueva York.- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 0,13 %, hasta los 107,76 dólares el barril, coincidiendo con las conversaciones del G7 sobre nuevas sanciones a Rusia y después de que la semana pasada su valor se redujera un 2,8 % por los temores a una eventual desaceleración económica.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto sumaban 0,14 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
Para el analista de la firma Oanda, Jeffrey Halley, “las curvas de los futuros se encuentran en una firme situación de mercado invertido (con los precios al contado superiores a los de futuros) y, en el mundo real, continúa la tensión con los suministros, como siempre, con riesgos crecientes en torno a las exportaciones de gas natural ruso y europeo».
La subida de hoy coincide con una reunión de los líderes del G7 en Alemania, donde los países más industrializados estudian nuevas sanciones contra Moscú.
“Continuaremos explorando nuevas vías para aislar a Rusia de la participación en el mercado global y combatir la evasión” de sanciones, aseguraron los miembros del G7 en un comunicado.
Además, hoy también se ha conocido que el G7 ultima un acuerdo para poner un precio límite a las exportaciones de petróleo ruso a países fuera de EE.UU., la Unión Europea (UE) y del grupo de las siete naciones más industrializadas del mundo, según anunció este lunes un funcionario de alto rango de la Casa Blanca.
El pasado miércoles, el presidente de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU., Jerome Powell, aseguró que el organismo mantendrá su política de subidas de los tipos de interés aun a riesgo de que el país entre en una recesión, un escenario que no descartó.
En una comparecencia ante un comité del Senado de EE.UU., Powell subrayó que un “aterrizaje suave” de la economía sigue siendo el objetivo de la Fed (es decir, una bajada de la inflación que afecte en lo mínimo la actividad económica), pero admitió que este escenario es cada vez “más difícil».
Unas declaraciones que preocuparon a los inversores y provocaron la caída del precio del barril, que empezó a recuperarse el viernes.