Un enfrentamiento a tiros escenificado el miércoles 26 de este agosto en una cuadra de la avenida Audubon, entre calles 174 y 175 en el Alto Manhattan, entre dos dominicanos fue por una botellita de agua, según aseguraron testigos presenciales del tiroteo.
Se dijo que los protagonistas del enfrentamiento, Iván Montes y Guillermo Vargas, comenzaron a discutir por el control de una botellita de agua que uno de los dos había comprado en un deli situado en la misma cuadra, disputa que degeneró en que ambos, sacaran pistolas y se enfrentaran a los tiros.
“Todo pasó por una botellita de agua”, afirmó una mujer residente en la vecindad que dijo conocer a Montes, añadiendo que en cambio, a Vargas, nunca lo había visto en la zona.
La policía divulgó el viernes el video en el que aparecen los dos tiradores, Vargas persiguiendo a Montes, pistola en mano y el segundo huyendo y tratando de protegerse pero respondiendo al ataque del primero.
Los investigadores dijeron que Vargas aparentemente tiró su pistola en un zafacón de basura, al que regresó a buscar el arma, lo que se muestra en las imágenes.
El enfrentamiento se produjo temprano en la tarde, pero ninguno de los disparos hirió a nadie. Muchos transeúntes huyeron despavoridos para guarecerse y evitar ser impactados por los balazos.
Los testigos dijeron que escucharon entre cuatro a cinco disparos y uno de ellos, asegura que uno o más tiros fueron hechos al aire.
“Parece que el otro quería espantarlo y tiró para arriba, creo que se ofendieron y ahí empezó el meneo”, señaló otro de los testigos.
La policía dice que Montes tiene 19 años de edad y Vargas 48 y que se enfrentaron en un duelo como aparece en el video de una cámara de seguridad.
Los tiros sonaron poco después de la 1:00 de tarde.
Mientas era perseguido por Vargas, Montes, corrió por la cuadra y dispara varios tiros apostándose detrás de un árbol sembrado en la acera y vehículos estacionados, en tanto Vargas que andaba en chancletas, calzado que se le salieron de los pies, seguía persiguiendo a Montes.
Varios de los investigadores de la Unidad de Escena del Crimen del cuartel 33, estuvieron varias horas colectando evidencias y tratando de encontrar casquillos de las balas.
Otro de los testigos explicó que por el sonido de las balas, parecía que hubo una pistola calibre .25 involucrada.
Las armas no fueron encontradas por los sabuesos policiales y la investigación sigue activa.