Una organización evangélica francesa está trabajando arduamente para hacer frente a los abusos sexuales, equipando a los ministerios con estrategias para erradicar esta tendencia.
Un grupo de trabajo del CNEF (Consejo Nacional de Evangélicos en Francia) creado para luchar contra el abuso sexual, presentó un nuevo proyecto el pasado martes.
El organismo de bases cristianas proporcionó una guía, acompañada de una carta de compromiso y la creación de una línea telefónica de ayuda, los cuales fueron aprobados recibiendo 78 de los 79 votos de los miembros totales.
La guía de buenas prácticas para la lucha contra el abuso sexual, que cuenta con 44 páginas, es descrita como un «código de ética al servicio de los más vulnerables en las iglesias y organizaciones miembros de la CNEF».
Según especifica el portal Evangelical Focus, el vicepresidente de la CNEF, Marc Deroeux, el documento está dirigido a pastores y líderes ministeriales.
Todo, con la finalidad de que obtengan herramientas fundamentales para hacer que sus comunidades puedan seguir siendo zonas seguras y acogedoras para que las personas puedan sentirse resguardadas y a salvo.
La guía anteriormente nombrada ofrece una gran cantidad de consejos teológicos y legales, llegando también a abordar el tema de las posibles acciones penales y disciplinarias a implementar en caso de que se presente un caso de violación o alguna denuncia.
«El movimiento #metoo y las últimas revelaciones de abuso sexual y abuso de todo tipo en nuestra sociedad, ya sea en el deporte o en la moda, nos han desafiado. No son nuevos, pero era importante para nosotros no ignorarlos. Tenemos la responsabilidad de prevenir, reaccionar y dar ejemplo en todo lo que podamos hacer dentro de la CNEF», comentó Deroeux.
Sus estadísticas indican que desde 2019, se han reportado 11 denuncias de abusos sexuales, entre los cuales sobresalen 3, que presuntamente fueron cometidos por líderes ministeriales.
Debido a que este organismo evangélico considera inaceptable las violaciones, ya que representan una deshonra al testimonio de Jesucristo, se han visto en la obligación de luchar contra este mal, para erradicarlo de las iglesias y de la sociedad.
«El abuso sexual es un abuso de poder que no concuerda con el evangelio, del que somos responsables y del que queremos seguir siendo ejemplares», concluye el vicepresidente.