Una mujer a la que le quitaron la mayoría de su cráneo glorifica a Dios al haber sobrevivido a una delicada intervención médica.
Cynthia Martínez, una ex reina de belleza y madre soltera, siempre presentaba dolores de cabeza hasta que un día se derrumbó frente a sus familiares sin obtener respuesta de ella.
«Me incliné para decirle algo a mi hijo cuando me caí, frente a mis amigos y a los pies de mi hijo», dice Cynthia, quien estaba en casa de una amiga para una noche de juegos familiares.
Sobrevivió a pesar de no tener parte de su cráneo
Un aneurisma cerebral era el diagnostico que los médicos le dieron al observar su caso, tan solo a las pocas horas tuvieron que hacerle una craneotomía para extraer el elemento.
Días después de su primer colapso, enfermó gravemente de neumonía e infecciones renales y sanguíneas, lo que causo una severa hinchazón de su cerebro, por lo que decidieron quitar parte de su cráneo como una opción.
«Mi familia estaba en total conmoción e incredulidad. Los médicos pasaron de ‘Oh, ella va a estar bien’ a ‘Espera, ¿cuáles son sus últimos deseos?’», contó de sus allegados, quienes no creían que sobreviviera a tal situación.
Su familia, quien se encontraba repartida en 5 diferentes países, hicieron una cadena de oración por su pronta recuperación; lo que sí dio resultado.
«Los milagros son reales»
“Tengo una familia en Chile, Argentina, Uruguay que oraban por mí. Además de amigos de la familia en España, compañeros de trabajo en el Reino Unido, compañeros de trabajo actuales y antiguos en todo Estados Unidos que estaban orando por mí», explicó.
“Y funcionó. Estoy caminando prueba de que funciona; el poder de la oración y los milagros son muy reales”, agregó.
La recuperación de 4 enfermedades y su progreso positivo lo atribuye a Dios, porque para la misma Cynthia no tiene más explicación sino que el Señor obró en estos duros momentos en los que creyó que no sobreviviría.
“Las cosas podrían haber ido muy, muy mal. Para mi familia y especialmente para mi hijo, como lo hace para innumerables personas en mi situación. Cuando las cosas se ponen difíciles, trato de recordarme a mí mismo que estoy vivo y que Dios me dio este privilegio de vivir. Lucho porque estoy viviendo», contó.
Con el milagro que Dios hizo en su vida, Cynthia ayuda a otros a tomar conciencia sobre los aneurismas y sobre la fuerza que se debe tener en momentos como ese.
«Todos somos lo suficientemente fuertes, simplemente no lo sabemos hasta que nos empujan contra la pared y nos obligan a luchar. Luchar por nuestras vidas, luchar por nuestra recuperación, luchar por lo que sea que sea importante para nosotros”, finalizó.
Mira el antes y el después de su milagro