Cual si se tratara de una carrera de Fórmula 1 donde el auto no ha hecho parada en boxes a la vuelta 40 de 60 y marcha cerca del puntero, en San Diego esperan que Fernando Tatis Jr., sea ese combustible de alto octanaje que limpie el motor para un cierre que permita levantar la bandera de cuadros.
Pero si bien la vuelta de Tatis puede estar nada garantiza una respuesta a su altura de inmediato, de ahí que los Padres apuestan a que Juan Soto no solo sea el aditivo que dé potencia al monoplaza, también las gomas nuevas que lo ponga a correr sobre los 300 kilómetros por hora.
San Diego llega a las horas límites de cambio como el gran favorito para quedarse con los servicios de Soto, un bate necesario para un cierre de temporada en un equipo que ha resistido la falta de su referente ofensivo gracias a que cuenta con el segundo mejor pitcheo de la Liga Nacional.
Los reportes más cercanos a las negociaciones aseguran que los Frailes han ofrecido a Washington a los cotizados prospectos C.J. Abrams (un torpedero top 10 en los principales rankings de todo el béisbol), Robert Hassell III (jardinero) y el lanzador cubano Adrián Morejón. Son todos zurdos. Pero los Nacionales, que tienen la sartén por el mango, piden otra pieza y es lo que habría demorado el negocio, que tiene hasta este martes a las 6:00 pm para cerrarse.
Los Cardenales, que emergían la semana pasada como grandes contendores por Soto, habrían cedido ante lo que ofrece San Diego. La relación del bateador zurdo quisqueyano con el club se rompió en mayo, según palabras del gerente Mike Rizzo, cuando no hubo cierre con la oferta de US$440 millones por 15 años.
Tras un arranque por debajo en su promedio de bateo (no así en los totales), Soto ha encendido las bujías en las últimas siete semanas y acumula una línea ofensiva de .246/.404/.479 con 20 cuadrangulares y 45 carreras remolcadas en un equipo que marcha con el peor récord de todo el béisbol (35-67).
La necesidad en SD
A base de una impresora de dólares, los Padres han configurado en los últimos cuatro años un proyecto para dominar el Oeste o llegar a cualquier costa a la postemporada y, una vez allá, apostar a ejemplos como los Nacionales de 2019 y otros siete equipos, que salieron campeones llegando a los playoffs vía Wild Card.
Pero este 2022, cuando se agregaron otras piezas al roster que busca la primera Serie Mundial en los 52 años de vida del club, los Frailes han tenido que aprender a sobrevivir sin la inversión más alta de su historia… y lo van logrando, pero no se sabe si con lo que tienen lo conseguirán.
En el mejor escenario, en San Diego vislumbran que Tatis Jr., podría regresar para la serie contra los Dodgers de esta semana (5-7 de agosto). Siempre y cuando su operada muñeca izquierda responda sin dolor en la rehabilitación en ligas menores que debe iniciar este lunes.
Mientras eso llega, los Frailes han sorteado la temporada en los primeros 102 partidos (el 63% del calendario). La tropa dirigida por Bob Melvin llegó al domingo con 56-46, a distancia de binoculares detrás de los Dodgers en la punta (12 juegos), pero incrustado como segundo en el Wild Card de la Liga Nacional, aunque los Filis le respiran en las orejas.
San Diego ha compensado el vacío de Tatis Jr., gracias a un pitcheo que es quinto en la liga en efectividad (3.78) y tercero en WHIP, impulsado por una rotación que lidera el Viejo Circuito en salidas de calidad (55).
Yu Darvish (9-4, 3.24), Joe Musgrove (8-4, 2.65) y Sean Manaea (5-5, 4.33) tienen la mayor cuota de responsabilidad desde el montículo con un cerrador, Taylor Rogers, que ya colecciona 28 rescates y un dominicano Luis García en el medio del bullpen con 18 holds en 38 episodios con 41 ponches.