La población en su gran mayoría rehúye por vergüenza, temor o desconocimiento, hacer una consulta para tratar lesiones anales, tratando de forma empírica cualquier síntoma, muchas veces minimizándolo, obviando que un diagnóstico y tratamiento oportuno realizado por un especialista evitaría el desarrollo de patologías que pueden poner en peligro su vida.
Para la proctóloga María Cristina Fernández, esta es una realidad arraigada en muchos ciudadanos. Advierte que se debe hacer conciencia y educar sobre la gravedad de estos males, pues “muchas veces los pacientes buscan la asesoría cuando las complicaciones son muchas y la vida está en peligro”.
Al hablar del tipo de dolor, molestia o incomodidad que afectan más a la población, Fernández dijo que el estreñimiento y las hemorroides son de las más comunes, atribuyendo la principal causa a los malos hábitos alimenticios.
Agrega: “Nuestra dieta más frecuente son las harinas blancas (pan, pasta, pizza, hamburguesa, pastelitos y empanadas). Sin embargo, consumir un exceso de fibra puede producir flatulencia y distensión abdominal”.
Principales causas
El estreñimiento es una enfermedad que aunque tiene predisposición genética, tiene más relación con los hábitos alimenticios, pues el déficit de fibras y de líquidos hace que el tejido vascular de esta área final del sistema digestivo tienda a inflamarse, causando mucho dolor. También, el sangrado con moco es muy característico de esta afección y se asocia a la poca actividad física y al estrés emocional.
Mientras que las hemorroides aparecen porque aumenta la presión dentro de la parte inferior del abdomen, o el recto presiona las venas que se encuentran en esta área, produciendo un abultamiento e inflamación de estos vasos sanguíneos.
La especialista, quien labora en HS Medical Center, explicó: “Al tener que hacer esfuerzo constante para evacuar y si a eso le sumas que duramos tiempo sentados en el sanitario leyendo, revisando celular, y computadoras, aumentando la presión intrarrectal, pues seguro tendremos hemorroides, es por eso que son las afecciones más frecuentes. Lo normal es que vayamos al baño en el momento justo de tener la necesidad de evacuar, terminamos y nos paramos”.
Refiere que las mujeres son más propensas a padecer de estas afecciones, debido a que son las que tienen más problemas a la hora de usar un baño fuera de la casa, y que hay varias líneas de tratamientos como laxantes, cremas y en cuadros crónicos se requiere en algunos casos pasar por el quirófano.
Revisión proctológica
Destacó la importancia de hacerse una revisión proctológica para prevenir enfermedades. Esta se hace mediante historia clínica, tacto rectal y anoscopía, donde se pueden diagnosticar casi todas las patologías orificiales, las del canal anal, que son las de recto inferior como hemorroides, fisuras anales, pólipos y abscesos. Asegura que es indolora, solo puede sentirse pequeñas molestias, a menos que tengamos alguna patología que esté causando dolor.
La galena concluyó diciendo que aunque se escucha hablar muy poco de abscesos, incontinencia anal y prolapso rectal, estas patologías son también muy frecuentes. Manifiesta que los abscesos perianales son causados porque se lastiman unas glándulas del canal anal, precisamente por el estreñimiento, se infectan formando los abscesos, y en un porcentaje muy alto se forman luego las fístulas perianales.
La incontinencia anal no es más que escape de gases, de heces y la causa más frecuente son los partos vaginales traumáticos, entre otras, como lesiones traumáticas del esfínter, lesiones de los nervios y paraplejia.
Por otro lado, dice que el prolapso rectal podría ser mucoso, completo tanto de mucosa y pared rectal, este tiene una historia de larga data de estreñimiento, dificultad para evacuar, pujar y el uso de laxantes de largo tiempo. Y no es más que la salida de la mucosa rectal junto con la pared rectal, luego de una evacuación y a veces de forma espontánea, acompaña de prolapso uterino con incontinencia urinaria.
CLAVES
Estilo de vida.
Para ayudar al organismo y empezar a ver cambios significativos, la doctora recomienda hacer cambios en el estilo de vida y ser disciplinado, no automedicarse, tomar suficiente líquido, hacer ejercicios, consumir ensaladas, legumbres, frutas, frutos secos, cereales, pan y harinas integrales, evitar el exceso de carbohidratos e ingerir más fibras.