Cuando se trata de la palabra de Dios no existe obstáculo alguno para que ella pueda cambiar una vida, este es el caso de un pequeño niño que a su corta edad ha memorizado la Biblia.
De tan solo 9 años, Aacen White, oriundo de Mississippi, realiza actividades normales como las de un pequeño de su edad, pero lo que más destaca es que tiene una habilidad bendecida de memorizar a la perfección lo que pueda leer, en este caso ha logrado aprenderse y memorizar la Biblia y todas sus páginas.
Es tanto su talento de memorización que le ha permitido participar en varios concursos de este tipo, el más reciente se llevará a cabo en Noviembre dentro del Campeonato Nacional de Abejas Bíblicas de Kentucky.
Allí, los récords alcanzados por los participantes llegan a hasta los casi 600 versos bíblicos memorizados.
«Me gustaría ganar. Haré todo lo posible, pero el objetivo principal que todos deberían tener es aprender la palabra de Dios y darla a conocer. La victoria para mí es llegar”, dijo el pequeño.
Según Whitney, su madre y entrenadora, Aacen está participando en estos concursos desde los 7 años; su preparación va mucho más allá de una simple memorización de palabras.
“Algunos de los pasajes tienen 12 o 13 versículos y necesitan conocer las referencias cruzadas y las raíces griegas. Es más difícil que cualquier cosa que haya estudiado en la universidad”, explicó ella.
Mientras tanto, el niño compara tal experiencia con una escalada de montaña, puesto que cada vez se hace más difícil y retador para él.
“Cada día se vuelve más difícil. Es como escalar una gran colina. Llegas a la cima y miras hacia arriba y hay otro. Ni siquiera puedes imaginar lo difícil que debe ser el nivel junior y senior. Tienen que estudiar desde la mañana hasta la noche”, dice él.
Al memorizar cada verso ellos deben tener un conocimiento muy claro de la Biblia y estudiarla a fondo debido a la complejidad de las preguntas que le realizan, “Algunas de las preguntas son simplemente al azar, ¿Qué palabra describe mejor ‘Judas 1: 3’: a) Recuerdo, b) Exhortación, c) Bendición od) Mandato? Yo no tengo ni idea y él solo tiene 9 años!”, dijo su madre asombrada.
Pero Aacen aun tiene sus deseos de convivir como cualquier niño y alcanzar sus metas planificadas para una vida adulta, “Siempre quise ser oftalmólogo cuando fuera grande y también me gustaría ser predicador», confesó el pequeño.
El niño proviene de una familia sumergida de lleno en la iglesia, puesto que su padre es ministro en New Hope Baptist Church y él mismo le ha dado la oportunidad de hablar para los asistentes.
Mientras que se prepara para sus competiciones, Aacen se mantiene orando por los líderes de su país.
“Ya he estado pensando en lo que voy a decir. Estaba pensando en cómo nuestro país se está desmoronando. Oro para que Dios abra los ojos de nuestros líderes como abrió los ojos de Saúl. Oro para que se vuelvan a Dios», finalizó.