Un grupo de ateos está demandando al estado de Mississippi por incluir la frase cristiana «En Dios Confiamos» en todas las placas de los autos del lugar.
Este grupo parte de la premisa de que «la frase tiene profunda hostilidad» hacia los no creyentes, y han emprendido acciones legales ya que «se ven obligados a profesar algo que no creen».
«Imagínese a un cristiano teniendo que conducir con ‘In No God We Trust’ o In Allah We Trust’», dijo Jason Alan Griggs, uno de los demandantes sobre la frase en la placa de su remolque.
Por su parte, Derenda Hancock, quien se describe como «una atea radical», acusó al gobierno de «infringir su derecho de estar libre de religión».
«No quiero que Jesús viaje en mi automóvil», le dijo Hancock en 2019 a un oficial de policía, solicitando una placa que dijera «Mississippi Blues Trail»; acción que volvió a realizar en 2020.
La Acción Humanista de Mississippi está apoyando la demanda de Hancock, Griggs y otros más que se han unido en todo el estado; dicha demanda fue presentada el martes por el grupo American Atheists.
Ésta va dirigida inicialmente hacia Chris Graham, el supervisor de la frase en las placas de automóviles; quien está al frente del cargo desde 2019.
Mostrar la frase «En Dios Confiamos» en las placas de sus autos es una medida obligatoria en el estado de Mississippi; para aquellos que no deseen tener la frase, se les da a escoger una etiqueta especial con costo adicional, pero no funciona en todos los casos debido a que hay vehículos que no pueden tenerla.
Los que están en contra de la medida afirman que la frase «estigmatiza a los ateos como antipatriotas» por no querer mostrarla en sus vehículos.
«Cada minuto que pasan en las calles de Mississippi, los ateos se ven obligados a actuar como una valla publicitaria del mensaje religioso del estado. Algunos pueden evitar ser portavoces del gobierno pagando una multa. Para muchos otros, ni siquiera eso es posible. Los ateos con una discapacidad o un vehículo de categoría especial están atascados proclamando una creencia en el Dios cristiano. Es un abuso de poder e inconstitucional», dijo Geoffrey Blackwell, abogado ateo.Este lema, que aparece en la historia desde 1956, causa malestar en los ateos ya que está tachado como «una profunda hostilidad hacia los ateos».