Un grupo de pastores llamados «El Escuadrón de Dios» ha llevado el evangelio a las calles de Nueva York como solución a los distintos conflictos violentos que se suscitan en la localidad.
Trabajando con pastores bautistas, episcopales y hasta adventistas, «El Escuadrón de Dios» recorre vecindarios afroamericanos y latinos conocidos por sus relaciones tensas con la policía tras años de enfrentamientos que dejaban a muchos menores de edad sin vida y dolor en las congregaciones.
Gilford Monrose, líder del movimiento y pastor de la Iglesia de Dios del Séptimo Día Monte Sion coordina el trabajo espiritual que hace frente a la violencia y el conflicto armado del lugar además de ser pacificadores entre los habitantes de las comunidades y la policía.
El grupo se desplaza por las calles haciendo evangelismos que incluyen a los jóvenes de la localidad y evitar que estos queden involucrados en tiroteos; además ellos también organizan vigilias de oración en hospitales y recaudan fondos para quienes no cuentan con los recursos necesarios para realizar un funeral.
Asimismo, también brindan apoyo espiritual y alimenticio a aquellas madres que han perdido a sus hijos en estas situaciones; los fines de semana visitan las zonas más peligrosas y hacen vigilias donde oran por los más necesitados.
«Lo que estamos haciendo es la forma más simple del evangelio que podemos llevar a cabo. Este es un ministerio de amor, misericordia y justicia. Una buena noticia para algunas personas significa que, de hecho, su hijo no va a pasar 20 años en prisión porque tenía un grupo de personas que lo defendieron porque en realidad era inocente. Una buena noticia para algunas personas significa que si vemos a su hija o hijo caminando por la calle y están solos y atacados, los protegeremos y los amaremos», dijo el pastor Monrose para Christianity Today.
Este servicio de amor hacia estas comunidades significan un gran impacto para las ciudades que han estado sumergidas en violencia por años, puesto que solo Nueva York tiene un 44% en nivel de homicidios; el caso más impactante fue el de un bebé de 1 año que fue alcanzado por tiroteo mientras estaba en su coche dentro de una reunión familiar.
Otro suceso igual fue el de un conserje de la iglesia, quien murió detrás de su iglesia por una bala perdida mientras un padre junto con su hija también falleció al cruzar la calle.
«Somos una comunidad traumatizada. No es solo una persona la que fue asesinada. Se trata de las personas que cuidaban de esa niña. Se trata del personal del hospital y sus familias. Nunca olvidas esos momentos de tu vida», explicó Monrose.Actualmente, el trabajo del Escuadrón de Dios (GodSquad) se ha intensificado tras los aumentos de la violencia por la pandemia y los conflictos raciales; saben que su trabajo ha impactado vidas y por eso continúan esforzándose por llevar lo mejor a cada lugar que visitan.