El jengibre cuenta con una larga tradición medicinal, que comenzó en la India y China, pronto se extendió a la Antigua Grecia y Roma, y con el tiempo conquistó el resto del mundo.
Aquí veremos cuáles son las principales propiedades del jengibre y cómo prepararlo en infusión para aprovecharlo al máximo.
El jengibre es una planta que pertenece a la familia Zingiberaceae. Esto lo convierte en pariente de otras hierbas reconocidas en el mundo de la cocina y medicina, como la cúrcuma o el cardamomo.
Se aprovecha su rizoma, es decir, el tallo horizontal subterráneo, por su aroma fresco, sabor picante y propiedades saludables. Aunque lo ideal es consumirlo fresco, ya sea rallado, en rodajas o trozado, también se puede conseguir en polvo.
¿Cómo hacer té de jengibre?
Preparar esta infusión es muy sencillo y rápido, ya que solo necesitas jengibre y agua. Normalmente, la proporción es de cinco rodajas finas de jengibre por cada taza de agua.
En una cacerola agrega el agua y las rodajas de jengibre, y lleva la preparación hasta el punto de hervor. Luego reduce el fuego al mínimo y cocina durante 10 minutos.
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La infusión estará lista cuando el agua adquiera un color oscuro y la fragancia del jengibre se vuelva intensa. Retira del fuego, deja reposar un par de minutos, cuela y sirve caliente.
Si bien hay quienes prefieren tomarlo solo, puedes optar por agregar miel o limón para saborizar. También puedes añadir otras hierbas durante el proceso de cocción para sumar sabor.
Todo depende de tus gustos, pero las más elegidas suelen ser la canela, pimienta de cayena, anís estrellado, té verde o rojo, cáscaras de cítricos, romero e incluso ajo.
También puedes dejarlo enfriar y disfrutar de un delicioso té helado.
Consejo: si te sobra infusión, viértela en una cubetera y congélala. Luego podrás usar estos hielos para saborizar otras bebidas, o para enfriar futuras infusiones de jengibre sin que se diluya el sabor.
Beneficios del jengibre
El jengibre es rico en minerales, como fósforo, hierro, magnesio, potasio o zinc, entre otros, así como vitaminas, especialmente B y C. También posee compuestos antinflamatorios y antioxidantes, como capsaicina, curcumina, ácido cafeico y salicilato.
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Gracias a esta composición, su consumo se vincula a distintos beneficios:
Digestivo
El jengibre actúa como un digestivo natural, y se recomienda usarlo para aliviar trastornos estomacales, como calambres, flatulencias, hinchazón, o vómitos.
Desde la medicina natural se recomienda que las mujeres embarazadas consuman infusión de jengibre durante el primer trimestre, ya que parece calmar las náuseas matutinas.
Además, existe evidencia que muestra efectos aperitivos del jengibre, es decir, estimula el apetito a la vez que preparar el sistema digestivo para la llegada de los alimentos.
¿Reduce el estrés?
Una forma de calmar los efectos del estrés es con té de jengibre, ya que esta bebida interviene en la función de las glándulas suprarrenales, responsables de controlar el equilibrio hormonal del cuerpo, incluido el cortisol y otras hormonas que se liberan como respuesta al estrés.
El estrés es una reacción natural del cuerpo que tiene manifestaciones físicas y psicológicas: hace que el cerebro se ponga en guardia, el sistema nervioso se despierta, las hormonas se liberan para avivar los sentidos, se acelera el pulso, profundiza la respiración, y tensan los músculos.
Contra la tos y el resfriado
Una recomendación muy común para las personas que se resfrían o tiene una tos persistente, es que tomen té de jengibre.
Esto se debe a que la infusión tiene efectos antioxidantes, antinflamatorios, antibacterianos y expectorantes, que parecen calmar los síntomas de estas afecciones, e incluso se asegura que aceleran la recuperación, aunque la evidencia científica al respecto aún es insuficiente.
¿Ayuda a aliviar los dolores menstruales?
Por sus propiedades antinflamatorias, el té de jengibre se ha utilizado durante siglos como un remedio para aliviar los períodos menstruales dolorosos o irregulares.
Rápidamente, este uso se extendió para ayudar a reducir otro tipo de dolores, como los provocados por la inflamación, calambres, migrañas o enfermedades articulares, como la artritis.
Precauciones
Aunque el té de jengibre es un remedio casero que cuenta con una larga trayectoria, los expertos aconsejan beberlo con moderación.
En exceso puede provocar acidez, alergia, hinchazón, irritación, alteraciones en los niveles de presión arterial y malestar estomacal.
También se debe limitar o evitar su consumo si se toman medicamentos inmunosupresores como Neoral o Sandimmune, para la diabetes como Amaryl, Diabeta, Actos, Avandia o Glynase, para la presión sanguínea, como Adalat, Procardia, Plendil o Norvasc o anticoagulantes como Plavix, Coumadin, Voltaren o Motrin.
Tampoco debe combinarse con otras hierbas o suplementos derivados que se utilizan para controlar las afecciones anteriormente nombradas. Estas pueden ser ajo, alholva, angélica, clavo de olor, ginkgo biloba, ginseng Panax y siberiano, salvia, o uña de gato, entre otras.