Las lesiones de hombro son muy habituales, sobre todo en quienes de manera constante están expuestos a actividades que conllevan levantar los brazos por encima de la cabeza, como los trabajadores de construcción, atletas e incluso amas de casa.
La probabilidad que tiene una persona de experimentar esta dolencia durante toda su vida es del 7 al 67 %, la cual va aumentando con la edad. Así lo indica David Kovacevic, quien se especializa en cirugía ortopédica.
Pero, ¿quiénes son más propensos a sufrir estos padecimientos? De acuerdo con el doctor, quien es oriundo de Cleveland, Ohio, por lo general las mujeres son más vulnerables que los hombres a presentar este tipo de problemas.
Asimismo, los atletas jóvenes y personas muy activas pueden llegar a sufrir daños tanto en el hombro como en el codo, siendo las lesiones más comunes por sobreuso en los tendones y ligamentos del codo.
En el caso específico del hombro, para darse cuenta de que algo anda mal, el primer signo de advertencia es el dolor.
“El dolor puede ocurrir en la noche, lo que indica una lesión del manguito de los rotadores, o puede ocurrir con actividades por encima de la cabeza, lo que revela una lesión del labrum en pacientes más jóvenes”, señala el galeno, agregando que otros síntomas relacionados al daño en el área incluyen una notable disminución en el movimiento, debilidad muscular o dificultad para completar las actividades de la vida diaria.
Prestar la debida atención
Si el dolor en el hombro persiste durante más de varias semanas, es probable que se trate de una lesión.
“Por ejemplo, si las personas tienen dificultades para ponerse un abrigo, dormir sobre el lado afectado, peinarse, alcanzar un estante alto, levantar 10 libras por encima del hombro, lanzar una pelota por encima de la cabeza o hacer el trabajo o las actividades habituales, deben mirar para ser evaluados por su médico”, dice.
Kovacevic es enfático al decir que a veces esas dificultades requieren que la persona afectada consulte a un cirujano ortopédico, quien es el especialista que se encarga de atender afecciones relacionadas con los músculos, tendones, huesos y ligamentos.
Tratamientos
Hay muchos tratamientos médicos y, en los casos en los que sea necesario, procedimientos quirúrgicos para tratar lesiones del hombro y del codo.
Por lo general, los tratamientos médicos se realizan primero, a menos que se haya sufrido un daño grave debido a una lesión traumática reciente o una lesión crónica de larga duración.
La terapia física específica para el paciente también es muy útil. Las personas comienzan trabajando con un fisioterapeuta para luego continuar en casa, con la supervisión del especialista de vez en cuando, para controlar que los ejercicios se realicen de manera correcta y verificar que se esté progresando como se espera.
Para una inflamación más severa, el galeno afirma que las inyecciones de cortisona pueden ser de mucha ayuda para aquellas personas con un daño leve en el hombro y el codo.
Además, las inyecciones de plasma rico en plaquetas usando la propia sangre del paciente también son utilizadas satisfactoriamente para mejorar la curación.
“Este producto biológico tiene el potencial de promover la regeneración de tejidos al concentrar los factores de crecimiento que se consideran responsables del proceso de curación y reintroducirlos en el sitio de la lesión”, revela Kovacevic.
En situaciones en las que el tratamiento médico no proporciona alivio del dolor ni mejora en la función, o cuando existe un daño estructural extenso y grave, se recomienda optar por un procedimiento quirúrgico.
“El tratamiento quirúrgico recomendado depende de la naturaleza de la lesión.
Este puede requerir un procedimiento artroscópico para reparar un manguito rotador roto o estabilizar el hombro, o un procedimiento abierto para la artritis del hombro o una fractura del hombro”, concluye.