El Reino Unido vuelve al estricto confinamiento del pasado marzo por la alarmante expansión de la nueva variante del coronavirus, que amenaza con colapsar los hospitales, una noticia que se conoce el mismo día en que el país empezó a administrar la vacuna contra la covid-19 de Oxford/AstraZeneca.
En un mensaje dirigido a la nación en una declaración televisada, el líder tory remarcó que la nueva cepa -entre un 50 y un 70 % más transmisible- se está propagando «de manera frustrante y alarmante» y dijo de que los hospitales «están soportando más presión por el covid que en cualquier momento desde el principio de la pandemia».
Parte de las nuevas directrices detalladas hoy que forman parte de este tercer confinamiento, Johnson instruyó a los ciudadanos a quedarse en sus casas y solo salir «por motivos limitados».
Entre ellos, «comprar productos esenciales, buscar ayuda médica -como solicitar un test de covid-19-, trabajar si es absolutamente necesario, hacer ejercicio o escapar de situaciones de abuso doméstico».
En cuanto a los colegios y universidades, estos centros impartirán sus clases a distancia desde mañana mismo y hasta mediados de febrero aunque se mantendrán operativos los servicios de cuidado de los más pequeños, como guarderías.
Pese a las nuevas pautas, Johnson destacó como «gran diferencia» entre este nuevo confinamiento y el anterior el hecho de que el país está en esta ocasión sumido «en la mayor campaña de vacunación de la historia» del Reino Unido.
Brian Pinker, de 82 años, fue la primera persona en ser vacunada con el compuesto desarrollado por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, después de que la vacuna recibiese el visto bueno de los reguladores el pasado 30 de diciembre.
Este preparado, que se añade al programa de inmunización iniciado el 8 de diciembre con el de Pfizer/BioNTech, fue suministrado a Pinker por la enfermera Sam Foster en el hospital universitario Churchill de Oxford, antes de que medio millón de dosis sean suministradas esta semana a los grupos más vulnerables.
El Gobierno confía en acelerar las vacunaciones ante el inquietante aumento de los contagios, que las autoridades sanitarias relacionan con la nueva variante del coronavirus, tras registrarse hoy en el conjunto del país 58.784 nuevos casos, la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia.
Alertan ante posible desbordamiento del NHS
También los principales asesores médicos del país recomendaron hoy elevar el nivel de alerta -del 4 al 5- y señalaron que el sistema sanitario público «podría verse desbordado en 21 días» a menos que se adopten medidas más duras.
«Sin nuevas medidas, hay un riesgo material de que en varias áreas el NHS se vea desbordado en los próximos 21 días», dijeron.
Agregaron que «los casos están aumentando casi en todas partes, en gran parte del país impulsados por la nueva variante más transmisible del virus».
Las esperanzas de que los casos remitan recaen en la efectividad de la campaña nacional de inmunización.
Varios hospitales empezaron a administrar las nuevas vacunas -en Londres, Oxford, Sussex, Lancashire y Warwickshire-, antes de que esta semana se distribuyan al resto del país, y el objetivo es que en las próximas semanas se vacune en los centros médicos de los barrios, según ha indicado el Ministerio de Sanidad.
Tras convertirse en la primera persona en recibir el preparado de Oxford/AstraZeneca, Pinker, que necesita diálisis, admitió sentirse «orgulloso» de recibir el preparado desarrollado en su ciudad y confió en poder celebrar pronto su 48 aniversario de bodas.
Esta vacuna es más fácil de almacenar ya que se puede mantener en una nevera normal, como la vacuna contra la gripe, mientras que la de Pfizer/BioNTech necesita conservarse en una temperatura de 70 grados centígrados bajo cero.