Sigue la transición política en Sudán después de la caída del gobierno de Omar al Bashir; la misma está garantizando que se recuperen los derechos y libertades que no existieron desde aquel entonces.
Un programa de recuperación en el país se está encargando de que todos y cada uno de los derechos de los habitantes sean restablecidos; al inicio se aprobó la eliminación de la pena de muerte y ahora se ha eliminado como religión estatal el Islam tras las negociaciones de paz entre el gobierno y grupos rebeldes.
Dicho acuerdo consta de dos fases, la primera es la firma hecha desde la capital de Sudán el 31 de agosto por el jefe de gobierno provisional, Mohamed Hamdan Dagalo y los representantes del Frente Revolucionario del país que tiene involucrados a 17 grupos armados más en dos regiones.
Los protocolos exigidos por la comisión exigen la creación de una comisión por la libertad religiosa, la cual deberá garantizar los derechos de las comunidades cristianas en las regiones del sur de Sudán.
Por otra parte, no toda la fracción rebelde del país, por lo que tuvo que firmar otro acuerdo por separado con el líder del Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés-Norte (SPLM-N), Abdelaziz al Hilu, en Addis Abeba.
Es este documento el que hace oficial la eliminación del Islam como religión oficial del país; una medida que se hizo obligatoria por el régimen de Bashir hace 30 años.
“Para que Sudán se convierta en un país democrático donde los derechos de todos los ciudadanos estén consagrados, la constitución debe basarse en el principio de ‘separación de religión y estado’, en cuyo caso debe respetarse el derecho a la autodeterminación”, dice el documento.
Asimismo se garantiza que la libertad de creencias, cultos y prácticas religiosas se garantice para todo el pueblo sudanés; “El estado no establecerá una religión oficial. Ningún ciudadano será discriminado por su religión”, agrega.
Esta decisión fue aplaudida por la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF), quienes afirman que la decisión será una bandera de libertad de creencias para la nación, “Alentamos al primer ministro sudanés, Abdalla Hamdock, a continuar por este camino de progreso”, dijo la organización en un comunicado.
“La gente aquí prefiere ser cautelosa, pero el acuerdo de paz cubre una gran parte de Sudán y es muy importante que finalmente se haya alcanzado una firma. Estamos todos muy contentos”, expresó Tombe Trille, obispo de la capital del norte de Kordofán, quien está satisfecho con la decisión.
Y aunque el acuerdo es bueno, muchos organismos internacionales instan al país a seguir cumpliendo con este tipo de deberes con la población de su país; además de pedir que se elimine por completo la ley de blasfemia e introducir el cristianismo como reforma educativa.