Suecia.- El principal epidemiólogo de Suecia, Anders Tegnell, asegura que su país sigue apostando por la misma estrategia que hasta ahora, reacia a cualquier tipo de restricción, pese a la fuerte incidencia de la segunda ola de COVID-19, según lo declaró este viernes durante una entrevista telefónica con Reuters.
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de la nación nórdica solo ha decretado medidas voluntarias sin cuarentenas y nunca ha exigido el uso de la mascarilla fuera de los hospitales.
«Seguiremos por este camino», aseveró Tegnell. «Así es como trabajamos en Suecia, tenemos una gran comprensión de esto y un gran cumplimiento de las reglas», añadió.
En las últimas semanas Suecia ha registrado un incremento de muertes, contagios y hospitalizaciones por coronavirus. El viernes registró 5.990 nuevos infectados, la cifra más alta desde el inicio del brote en un país cuya población ronda los 10 millones de habitantes, mientras que se contabilizaron 42 nuevos fallecimientos, el número más elevado de los últimos tres meses.
A diferencia de otros muchos países, la nación nórdica ha mantenido abiertas las escuelas, los restaurantes y otros negocios durante la pandemia. Concretamente, se ha centrado en medidas voluntarias destinadas a promover el distanciamiento social y la buena higiene, como trabajar desde casa dentro de lo posible o evitar el transporte público y las actividades que se llevan a cabo en espacios cerrados con mucha gente.
Este enfoque ha generado elogios y críticas a partes iguales. Por un lado, las ruedas de prensa de Tegnell han atraído a grandes audiencias televisivas. Su popularidad ha llegado a tal punto, que algunas personas se han tatuado su rostro, mientras que en las calles de Estocolmo puede verse gente vistiendo camisetas con mensajes tales como ‘In Tegnell we trust’ (‘En Tegnell confiamos’, en inglés).
Pero no todo el mundo ha estado de acuerdo con el principal epidemiólogo sueco, que ha recibido varias amenazas de muerte de personas que lo acusan de seguir una «política imprudente» en relación con el brote.
De hecho, este viernes un total de 27 científicos y médicos de ese país firmaron una carta abierta publicada en el diario Aftonbladet en la que advierten que la nación escandinava pronto podría acercarse a una cifra de pacientes en cuidados intensivos similar a la que hubo en la primera ola, por lo que piden al Gobierno que anulen la Agencia de Salud e introduzcan medidas más estrictas.
Si bien la tasa de mortalidad per cápita de Suecia es más baja que en países como España y Reino Unido, es diez veces superior a la de su vecina Noruega, y casi cinco veces mayor a la de Dinamarca. En las últimas dos semanas, Suecia ha registrado 484 casos por cada 100.000 personas.
Tegnell restó importancia a las críticas y afirmó que las recientes cuarentenas impuestas en Europa, que en gran parte han sido menos estrictas que las que hubo en primavera, han demostrado que ahora existe menos diferencia en las estrategias para combatir la pandemia.
«La mayoría de los países ahora están tratando de hacer algo más como nosotros en Suecia, casi nadie está cerrando escuelas ahora», señaló el epidemiólogo. «También hemos aprendido mucho [de otros] sobre cómo realizar recomendaciones específicas para diferentes regiones», agregó.
Suecia es uno de los pocos países de Europa que no recomienda ni exige el uso de mascarilla fuera de los hospitales y centros asistenciales. «Es fascinante los pocos estudios que hay sobre esto», comentó, subrayando que «si nos fijamos en los países con reglas estrictas para el uso de mascarillas es difícil ver que les haya ido bien».
Según cifras oficiales, un total de 6.164 personas ya han perdido la vida en Suecia por el COVID-19. Paralelamente, desde el inicio de la pandemia se han contagiado más de 177.000 personas. No hay datos sobre los enfermos que han superado la enfermedad.
Fuente: Actualidad RT