Los cristianos vuelven a ser el blanco de los ataques de los extremistas en la India, puesto que un sacerdote local pidió a la población que decapitaran a los cristianos de la zona.
Las declaraciones, citadas por el sitio The Wire, afirman que un sacerdote hindú de nombre Swami Parmatmanand, pidió en una manifestación contra las conversiones religiosas que se decapitara a los cristianos que abandonaran el islam porque supuestamente es “una conversión forzada”.
“Decapita a los que llegan a la conversión. Ahora dirás que estoy esparciendo odio, aunque soy un santo. Pero a veces es importante encender fuego. Te lo estoy diciendo; Quien venga a su casa, calle, barrio, pueblo, no perdone”, expresó el líder hindú según The Wire e International Christian Concern.
El líder Parmatmanand es reconocido por ser extremadamente radical en cuanto a su creencia se refiere, además de provocar varias reacciones violentas contra las minorías religiosas, en este caso la fe cristiana es el blanco predilecto de las masas extremistas.
Por ello, se reunieron éste y otros líderes más además de sus seguidores, opuestos al cristianismo obviamente, para manifestar en contra de la conversión del islam a la fe en Dios, siendo respaldados por varios partidos políticos que con el pasar de los años se han unido a este tipo de actos de intolerancia religiosa.
Las conversiones del islam al cristianismo siendo “forzadas” son un grave delito en la India, lo cual provoca grandes persecuciones contra los creyentes que incluyen los peores castigos, desde los físicos hasta los legales.
Hasta ahora, se teme que las declaraciones de dicho líder provoquen una revuelta violenta y sea sirva para alentar a los extremistas en contra de los cristianos.
Actualmente, la India así como otros países de Asia, Medio Oriente y África son duramente perseguidos por causa de la expansión rápida del evangelio, la cual ha dado libertad espiritual a muchas personas que habían sido víctimas de distintas creencias que los habían llevado a la decadencia en muchos aspectos.Pero cada día se levantan muchas más personas que desean llevar a otros a los pies de Cristo y que puedan alcanzar la salvación, sin importar la clase de riesgos que tengan que afrontar por causa de la predicación del evangelio.