Un misionero cristiano que ayuda a los afganos a escapar del régimen y peligro de los talibanes, asegura que muchas personas en dicho país están siendo ejecutadas en grandes números por los terroristas extremistas.
Poco tiempo después de que las fuerzas armadas de Estados Unidos abandonaran Afganistán, los militantes talibanes tomaron todo el poder, arrestando y hasta ejecutando a toda persona que ven como enemigo.
Vídeos e imágenes difundidas recientemente sugieren que los yihadistas están matando de 30 a 40 individuos a la vez, según afirma el misionero cristiano David Eubank.
En comentarios a CBN News, Eubank, quien pertenece a Free Burma Rangers (un movimiento humanitario), dijo que la forma en que Estados Unidos se retiró es deshonrosa, enfatizando también que a causa de ello, muchos se quedaron atrás.
Actualmente se encuentra en Tayikistán, país vecino de Afganistán y a donde están llegando muchos afganos que huyen del régimen extremista; desde allí catalogó la retirada como «cobarde», especificando sus consecuencias y efectos secundarios.
«Ellos están cazando gente en este momento, tratando de obtener todos los nombres de cualquier persona que perciban como un enemigo», dijo Eubank, explicando que para los talibanes, sus enemigos son todos aquellos que piensen diferente y no les apoyen.
El misionero cristiano ha visto las imágenes y vídeos de los asesinatos, y aunque no conoce la escala de homicidios, cree que estos se han extendido por todo el país.
Los talibanes, por otro lado, están permitiendo a ciudadanos norteamericanos salir de Afganistán si portan todos sus documentos necesarios, aquellos que no, son vistos como enemigos, y eventualmente los arrestan y ejecutan.
La violencia de los musulmanes radicales que ahora gobiernan el país surasiático no solo está destinada a las comunidades cristianas, sino que también afecta a todo ciudadanos, por lo que se puede decir que los talibanes están matando a inocentes.
Desde que tomaron el país, han estado imponiendo sus reglas y mano dura, preocupando a la comunidad internacional por el futuro de la nación, que se enfrenta a altos niveles de pobreza, posible hambruna y violación a los derechos humanos, mayormente de las mujeres.
Se pide a los cristianos que mantengan a esta nación en sus oraciones, pues a pesar de todo el pronóstico, es Dios quien tiene la última palabra.